Francisco Esteban
No cabe duda de que la innovación se ha convertido en el motor de trasformación y modernización de la sociedad. Hablar de este concepto hoy en día es sinónimo de crecimiento, desarrollo, creatividad y eficiencia, valores que inevitablemente contribuyen a aumentar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos. Pero la innovación supone también dedicar tiempo a investigar y, además, a conocer las necesidades sociales, para poner en marcha las herramientas necesarias que permitan responder adecuadamente a las demandas de los ciudadanos y su entorno.