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La innovación y la eficiencia en la movilidad

  • En 2030 habrá 41 'megaciudades' que condicionarán la producción

No cabe duda de que la innovación se ha convertido en el motor de trasformación y modernización de la sociedad. Hablar de este concepto hoy en día es sinónimo de crecimiento, desarrollo, creatividad y eficiencia, valores que inevitablemente contribuyen a aumentar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos. Pero la innovación supone también dedicar tiempo a investigar y, además, a conocer las necesidades sociales, para poner en marcha las herramientas necesarias que permitan responder adecuadamente a las demandas de los ciudadanos y su entorno.

La investigación y las nuevas tecnologías se han convertido en los grandes aliados a la hora de dar soluciones a las necesidades que se plantean. En paralelo, la forma en la que entendemos la movilidad ha cambiado definitivamente.

Los distintos hábitos de consumo, la creciente preocupación por ahorrar recursos y la irrupción de las nuevas tecnologías han obligado a buscar vehículos alternativos, cuyos componentes ofrezcan soluciones concretas a las necesidades de los conductores. Tanto es así que Shell ha liderado la inversión en I+D en los últimos cinco años. La reducción del consumo, tanto de combustible como de lubricantes, es una de las áreas que mayor impulso ha recibido.

La compañía acaba de dar un paso más en esta dirección, presentando, durante el Salón del Automóvil de Pekín, un nuevo modelo de concept car de ciudad.

Bajo el nombre de Project M, el vehículo destaca por su ligereza, diseño aerodinámico y aspecto futurista, acorde a las últimas tendencias en el mercado de coches. Aunque de momento es solo un prototipo, su lanzamiento constituye una prueba tangible del rendimiento y las mejoras de eficiencia energética que se pueden lograr combinando las nuevas tecnologías con la apuesta por la movilidad.

En el caso de Project M, en Shell hemos apostado por el desarrollo de un motor de baja fricción y la utilización de un lubricante especial, creados a la vez para dar respuesta a una de las mayores demandas de los conductores: la reducción del consumo de combustible.

En el caso del aceite, éste se ha desarrollado en base a la tecnología que emplea uno de los productos más innovadores de la compañía, Shell Hélix Ultra. Este lubricante ha transformado el mundo del motor gracias a su tecnología PurePlus, que permite obtener aceite a partir de gas natural, protegiendo de esta manera el motor y fomentando el ahorro. En el caso de Project M, la utilización de esta tecnología ha dado muy buenos resultados: se ha conseguido rebajar un 5% el gasto de combustible.

Avances como este nuevo proyecto de Shell demuestran la creciente preocupación de las empresas de energía por comprender cómo será la movilidad del futuro y adaptarse a los cambios en la sociedad y en el mercado automovilístico. Uno de los mayores retos es la creación de ciudades eficientes, que cuenten con los recursos y las infraestructuras adecuadas. Y es que, según datos de Naciones Unidas, en 2030 habrá ya 41 megaciudades, con más de 10 millones de habitantes, lo que indudablemente condicionará la manera de producir y trabajar de las empresas.

De igual forma, la propia historia del automóvil también ha estado marcada por numerosos cambios. Centrados en su desarrollo en los últimos diez años, destaca el creciente papel de la innovación y las nuevas tecnologías, presente en elementos como los dispositivos GPS, los sensores de aparcamiento o los faros led. Todos estos avances han provocado mejoras continuas en los vehículos, con resultados deslumbrantes. Sin lugar a dudas, también marcarán el camino hacia un futuro más eficiente, que permita a los conductores alcanzar un mayor grado de confort y seguridad.

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