La banca española continuará aplicando moratorias a los clientes con dificultades para afrontar sus deudas en esta crisis, a pesar de que culmine el periodo oficial para solicitarlas, con el objetivo de evitar impagos. El sector financiero aprobó el pasado 6 de abril aplazamientos de pagos de las hipotecas por hasta doce meses -que comienzan a expirar ahora- y de los créditos al consumo por seis meses para aquellas familias y empresas que hubieran visto disminuidos sus ingresos por la pandemia. La medida culminó en septiembre, pero los bancos volvieron a abrir en diciembre el periodo para que los clientes se acogieran a las moratorias, en esta ocasión por nueve meses en el caso de las hipotecas y por seis, en los créditos personales.