Si se nombra a Andrés Iniesta, a cualquier español se le vendrá a la cabeza el que fue uno de los mejores jugadores de la selección nacional de fútbol, autor de uno de los goles más importantes de la historia de balompié patrio, el que permitió ganar el Mundial de Sudáfrica de 2010. Sergio Alamar es joven y no es una celebridad, pero no tiene nada que envidiar al mago de Fuentealbilla. Su discapacidad visual no le ha impedido convertirse en una estrella del balón, un instrumento que en España no solo sirve para congregar miles de hinchas en los estadios sino también para dar visibilidad a los ciudadanos con determinadas discapacidades, al mismo tiempo que los dota de una autonomía que no lograrían de otra manera.