Las elecciones autonómicas del 26 de mayo marcaron las agendas estratégicas de las comunidades durante el primer trimestre de 2019. Así lo indican los datos del Ministerio de Hacienda, que muestran cómo el gasto regional en sueldos públicos aumentó de forma notable en hasta marzo. Pero los casos más llamativos fueron los de Extremadura, Baleares y Cataluña, autonomías que decidieron subir el salario de sus funcionarios más de un 12% en plena víspera electoral.
El caso más llamativo es el de la región que preside Guillermo Fernández-Vara, quien ganó las elecciones autonómicas por una mayoría absoluta. Allí la partida para sueldos públicos aumentó en marzo, a solo dos meses de los comicios, hasta los 176 millones de euros, es decir, un notable 19% respecto al año pasado, muy por encima del resto de los gastos de la región, que se alzaron un 11,4%.
Casualmente, la segunda región en la que más creció el gasto en funcionarios en periodo preelectoral también es socialista. Se trata de Baleares, donde Francina Armengol repetirá como presidenta tras los comicios del 26 de mayo. En este caso, el archipiélago invirtió en marzo un 12,5% más en salarios públicos. Con todo, es todavía más llamativo el dato de gasto global, puesto que aumentó más de un 20%. De hecho, el archipiélago balear es la región en la que más lo hizo.
En tercera posición, aparece una región que, salvo adelanto electoral, no tiene previstas comicios autonómicos este año. Se trata de Cataluña, donde el gasto en personal creció un 12,2% a pesar de la parálisis institucional en la que se encuentra la Generalitat tras dos cursos con presupuestos prorrogados por falta de acuerdo en el Parlament.
Un fenómeno generalizado
Aunque estas tres son las regiones donde los incrementos son más destacados, el alza del gasto en salarios públicos es generalizada, alcanzando un incremento del 6,8% de media en marzo.
Parte de esta subida es responsabilidad del Gobierno, no de las autonomías. La subida salarial de los funcionarios del 2,25% aprobada por el Gobierno a finales de 2018 está teniendo su correspondiente impacto en las regiones, aunque este dato no explica crecimientos tan agudizados.
Además, en al menos seis regiones, además de Cataluña, sus ejecutivos no pudieron aprobar presupuestos el año pasado, por lo que los incrementos salariales se han tenido que llevar a cabo a través de decretos regionales o iniciativas específicas.
En este sentido, la regla de gasto parece haberse convertido en un límite ninguneado por las autonomías. En marzo, el gasto autonómico total se alzó un 5,2%, dejando el total trimestral en una subida del 4,9%, muy por encima del límite de gasto público del 2,7% establecido para este año. De hecho, solo hay tres regiones que se salvan en este apartado: Aragón, Cataluña y Andalucía, autonomía en donde el PP y Ciudadanos, con el apoyo de Vox, estrenaron ejecutivo este año.
Además, el gasto autonómico sigue estando por encima de los ingresos. En el primer trimestre, se gastaron 41.130 millones mientras se ingresaron solo 39.896 millones. A este problema hay que sumar que algunas de las transferencias del Estado a las autonomías se han retrasado sine die al no poderse aprobar presupuestos. Se trata de casi 7.000 millones por el incremento de las entregas a cuenta y de otros 2.500 millones que las autonomías no van a cobrar cuando les toca, en este 2019, por el cambio en el sistema contable del IVA de 2017.
Ante este panorama, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha avisado de que las autonomías lo tienen difícil para para cumplir los objetivos de estabilidad.
El Estado hace lo mismo
Pero el aumento de los salarios de los funcionarios a escasas fechas de celebrarse elecciones no ha sido solo cosa de las autonomías, sino también del Estado. Concretamente, y según los datos del Ministerio de Hacienda, el gasto de este ente en salarios públicos fue en marzo de 1.415 millones de euros, un 6,2% más que en el mismo periodo del año pasado que se experimentó a solo un mes de que se celebraran los comicios generales del 28 de abril.
En este caso también hay un impacto por el incremento del salario de los funcionarios del Estado que se aprobó a finales del año pasado fue del 2,25%, lo mismo que en las autonomías dado que el real decreto-ley aprobado a finales de 2018 afectó a todos los empleados públicos. Según Hacienda, otro de los condicionantes es la equiparación salarial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a los cuerpos policiales autonómicos, aunque no desglosa el impacto de las diferentes medidas.
El alza salarial es una de las razones que han llevado a que el gasto del Estado haya aumentado en el primer trimestre del año hasta los 52.929 millones, un 6,2% más que en 2018, más del doble que lo establecido por la tasa de la regla de gasto, del 2,7%.
Todo esto en un momento en el que los ingresos se han frenado, con una subida de solo ocho décimas porcentuales, aunque fuentes fiscales aseguran que la recaudación remontará en el segundo trimestre y que esta situación se debe, principalmente, a efectos de calendario.
El déficit también aumenta
En cualquier caso, el desfase entre ingresos y gastos de marzo tiene impacto sobre el déficit del Estado, que creció hasta los 7.036 millones, un 64% más.
Por otro lado, en términos generales, el déficit de la Administración Central -que incluye al Estado, la Seguridad Social y otros entes- aumentó en el primer trimestre de 2019 hasta los 7.405 millones, un 39,5% más. Y es que los ingresos subieron un 1,3%, hasta 49.376 millones, mientras que los gastos lo hicieron un 5%, hasta 56.781 millones.