Gideon Rachman, jefe de política internacional del Financial Times y uno de los grandes analistas de geopolítica de la actualidad, lo anunciaba hace unos días: "un evento como el coronavirus puede acelerar la historia". Las marcas, como esos intangibles de las compañías que construyen y venden sentido, son parte de la historia más que nunca y si algo nos está demostrando esta crisis es que, en los momentos de incertidumbre, la ciudadanía se gira hacia ellas para encontrar una seguridad que complementa la de las instituciones oficiales. Nada será igual después del COVID-19, tampoco la relación entre consumidores y marcas, ya que este catalizador en forma de virus, con un coste humano y económico gigantesco, está acelerando algunas de las principales tendencias recientes.

Socio y Director Senior de Consumer Engagement de LLYC