Redactor de elEconomista.es
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Pánico, valle y recuperación del optimismo. Con razonables reservas, el mundo empieza a entrar en esta tercera fase de toda recesión económica gracias a las expectativas sobre el desarrollo de una vacuna para el Covid-19 y los históricos estímulos fiscales y monetarios aplicados por estados y bancos centrales. Lo refleja el comportamiento de las bolsas -con el S&P 500 en zona de máximos históricos tras subir un 56% desde el suelo de la crisis y el EuroStoxx 50 recuperando un 39%- y también lo muestran indicadores alternativos como el índice de incertumbre política y económica según la prensa (Economic Policy Uncertainty Index, en inglés), que ha retrocedido en las últimas semanas hasta mínimos de la pandemia de coronavirus.

Descorrelación con la economía real

Las brutales sesiones de febrero y marzo -como la jornada en la que el S&P 500 se desplomó un 12% o en la que el Dow Jones borró casi 3.000 puntos de golpe- empiezan a ser solo un mal recuerdo para Wall Street. El principal índice estadounidense es hoy una balsa: lleva 24 días sin caer un 1% o más.

Divisas

Los analistas se han movido rápidamente a favor de la tendencia y ya proyectan un potencial medio de apreciación de otro 4% para el euro, hasta los 1,23 dólares, de cara a 2021. Los expertos más optimistas del consenso que reúne Bloomberg lo ven incluso superando los máximos de los últimos cinco años, los 1,25 dólares que alcanzó a principios de 2018, después de haber subido un 11% desde los mínimos de la crisis del coronavirus -los 1,068 dólares del 20 de marzo- y acumular ganancias del 5,5% en lo que va de año.

Para reducir la brecha de 17 puntos

Seis meses después del crash provocado por la pandemia de coronavirus en las bolsas mundiales, el S&P 500 vuelve a cotizar en zona de máximos históricos y ya gana alrededor de un 5% en 2020. El principal índice de EEUU, que llegó a desplomarse más de un 30%, sube cerca de un 50% desde el suelo de la crisis, espoleado por el peso cada vez mayor en su composición de un sector tecnológico que ha surgido como el gran beneficiado de la nueva normalidad. Tanto, que el selectivo que mejor representa a esta industria, el Nasdaq 100, asciende cerca de un 65% desde los mínimos de marzo y reconquistó niveles previos al crash y máximos históricos hace ya algunas semanas. Un ritmo que la bolsa europea, con un mayor sesgo de economía tradicional y cíclica, ha sido incapaz de seguir. La brecha del Stoxx 600 –pierde un 12% en el año– con Wall Street es de más de 17 puntos porcentuales y es precisamente una vuelta a la vieja normalidad, que implique un fuerte crecimiento económico, inflación y expectativas de un incremento de los tipos de interés, la condición necesaria para que se produzca un cambio de guardia en los parqués y que la bolsa europea se encamine a reducir el diferencial.

Opa de KKR, Cinven y Providence

Las acciones de MásMóvil llevan casi todo agosto cotizando ligeramente por debajo del precio de la opa de KKR, Cinven y Providence, los 22,5 euros, cuyo plazo de aceptación finaliza el 11 de septiembre. Desde que los fondos de capital riesgo presentaron la propuesta en junio, el precio se había mantenido por encima, reflejando la especulación sobre la conveniencia de una oferta mayor. Una posibilidad que cada vez está más lejos, aunque sigue habiendo resistencia dentro del capital de la teleco.

renta variable | inversion

Hasta los 3.614 puntos. El S&P 500 todavía tiene cerca de un 7% de recorrido para el consenso de analistas que reúne Bloomberg tras reconquistar este martes nuevos máximos históricos, al superar los 3.389 enteros, seis meses después del crash mundial provocado por la pandemia de coronavirus.