El mercado de deuda pública americana se ha visto más presionado que el europeo en mayo. La rentabilidad del bono de Estados Unidos a diez años ha crecido desde el 4,16% al 4,5% en un sólo mes, lo que supone pérdidas del 3% debido a la caída de su precio. El riesgo Trump es su principal losa. Sus políticas comerciales han avivado el temor de un menor crecimiento económico o de más inflación, mientras que su expansiva política fiscal genera preocupación por el aumento del déficit. Con ello, la rentabilidad de la deuda americana a largo plazo también se encuentra en el punto de mira, con el bono a 30 años coqueteando con el 5%.