
El dólar no levanta cabeza. Desde que arrancó marzo se ha debilitado con fuerza. Y cuando esto sucede, hay un activo que se beneficia especialmente. Se trata de la deuda emergente en moneda local. No es el único catalizador a su favor, también lo es la expectativa de que los tipos de interés bajen más en Estados Unidos, el crecimiento más rápido de sus economías frente a las de los países desarrollados; o el elevado carry que ofrecen estos bonos. Y hay más.
La inversión en deuda de países emergentes denominada en moneda local "está siendo la gran beneficiada de la debilidad del dólar, y es una clara oportunidad de inversión que aporta rentabilidad y diversificación en las carteras", opina Francesc Balcells, gestor del fondo FIM GEM Debt, integrado en Aristea SICAV. Y es que cuando el dólar se debilita, muchas divisas emergentes tienden a ganar valor frente al dólar.
Esto hace, al mismo tiempo, que el carry sea más atractivo puesto que el inversor pide prestado en dólares (ahora más barato) para comprar bonos en divisas emergentes con tipos altos. Y la diferencia entre ese coste de financiación en dólares y el rendimiento del bono en moneda local amplía esa posible ganancia. "El carry de la deuda local en países emergentes oscila entre un 6% y un 7%, lo que, sumado a una fase de debilidad del dólar como la actual, haría que los retornos de la deuda emergente podrían estar entre el 10%-20%", indica Balcells.
A favor de este activo también juega que está infraponderado en las carteras globales, frente a los que invierten en Estados Unidos. Esto, junto al crecimiento positivo de las economías emergentes, podría impulsar a la deuda de estos países en divisa local en los próximos 6 y 12 meses, explica el gestor.
Además, "los bancos centrales de los mercados emergentes aún tienen margen para relajar su política monetaria en caso de que fuese necesario. Los tipos reales siguen siendo positivos en promedio, y los fundamentales macroeconómicos de los mercados emergentes son mucho más sólidos en el frente exterior que hace unos años, lo que deja margen para la flexibilización", apunta Guillaume Tresca, estratega sénior de mercados emergentes de Generali AM, parte de Generali Investments.
"La inflación ha disminuido significativamente en todas las regiones tras alcanzar su punto máximo durante el Covid 19, cuando los bancos centrales de mercados emergentes subieron los tipos de interés de forma rápida y agresiva. Esto permitió recortar los tipos antes que los de los mercados desarrollados, aunque el ritmo de los recortes se redujo a finales de 2024 ante la incertidumbre geopolítica. Por lo tanto, los tipos de interés oficiales restrictivos siguen vigentes, lo que da a los bancos centrales de los mercados emergentes un amplio margen para recortarlos cuando sea necesario si surgen dificultades económicas", desarrollan en JP Morgan, donde recuerdan que los rendimientos reales de los bonos locales de mercados emergentes se encuentran en sus niveles más altos de una década.
Los mejores fondos de deuda emergente en moneda local
Una forma de engancharse al viento a favor que sopla de esta deuda es a través de fondos de inversión. Estos productos cobran especial sentido para invertir en este activo puesto que con un único fondo se accede a una cartera diversificada de bonos y se delega la elección de esos bonos en un gestor profesional, que ajusta la cartera en función del contexto de mercado y tiene acceso a emisiones no disponibles para particulares.
Entre aquellos que invierten en deuda emergente en divisa local con cuatro o cinco estrellas Morningstar (esta nota mide la rentabilidad ajustada al riesgo de un fondo respecto a otros similares de su categoría) y que además estén disponibles para el particular, destaca por su comportamiento a medio plazo Candriam Bonds Emerging Debt Local Currencies. Es un fondo de gestión activa que trata de batir al índice J.P. Morgan GBI-EM Global Diversified, que mide la rentabilidad de los bonos soberanos de los mercados emergentes en moneda local. Desde la gestora indican que el horizonte temporal recomendado para quien piense en este fondo es de cuatro años. En los últimos tres ha generado una rentabilidad anualizada del 4,78%, según Morningstar. Otro fondo con una rentabilidad similar al anterior es DPAM L Bonds Emerging Markets Sust A EUR, también de gestión activa, que invierte igualmente en deuda pública emergente.
Si se quiere añadir algo de exposición a deuda corporativa emergente, el fondo Capital Group EM Local Debt (LUX) Bgd destina un 3,54% de su cartera a este activo -el resto sigue siendo deuda pública y liquidez-. En el caso de Ibercaja Emerging Bonds B, el peso de la deuda corporativa es un poco mayor, del 15,68%.
Hay más fondos con buena rentabilidad a medio plazo, y con buena nota Morningstar disponibles a la venta en España, como T. Rowe Price Emerging Local Markets Bond Fund, Schroder ISF Emerging Markets Debt Total Return o UI - Aktia Emerging Frontier Bond+.
