Redactora de mercados, con el foco puesto en las finanzas personales y en los fondos de inversión.

Cada vez hay más evidencias del apetito hacia la renta fija. Con el reclamo de unas rentabilidades más altas, no vistas en años, los fondos que invierten en deuda corporativa acumulan ya doce semanas consecutivas de entradas de dinero en Europa, según los datos de Bank of America, que reflejan que la semana terminada el pasado 11 de enero captaron alrededor de 4.600 millones de dólares (unos 4.200 millones de euros al cambio), que es la cifra más elevada en 78 semanas, es decir, desde el verano de 2021.

No se prodigan en entrevistas los máximos responsables de Azvalor AM, Álvaro Guzmán y Fernando Bernad, ni cuando el rendimiento de sus fondos mostraba un pobre resultado ni cuando su proceso de inversión ha comenzado por fin a ofrecer sus frutos, con casi un 46% de rentabilidad en el Azvalor Internacional y un 19% en el Azvalor Iberia el año pasado, lo que les ha permitido ganar las Ligas de la gestión activa de elEconomista.es. Tras la buena racha que les ha deparado su inversión en compañías energéticas y de materias primas, los gestores se encuentran en pleno proceso de rotación hacia otro tipo de valores, pero prefieren no comentarlos para evitar que les copien, como ya les ha ocurrido en otras ocasiones, aseguran. De lo que se muestran convencidos es del potencial que todavía albergan las carteras con unas valoraciones que califican de conservadoras.

Inversión

Dejar el dinero aparcado para no tener exposición al mercado ha perdido atractivo frente a una renta fija de corto plazo y otros activos, como los depósitos, que ya ofrecen retornos interesantes para los inversores.

Después de atravesar años complicados, los fondos de la gestora fundada por Álvaro Guzmán y Fernando Bernad, entre otros, acaban un año de mercado en el que todo cae con retornos de doble dígito.

El año que queda atrás tampoco ha sido favorable para las empresas de la bolsa de pequeña capitalización. Su precio se ha desplomado alrededor de un 20%, según el índice de bolsa mundial de MSCI, en el que ha convertido en su peor ejercicio desde la quiebra de Lehman Brothers, en 2008, aunque por entonces cayeron el doble. En un entorno de rechazo al riesgo, como el que se ha impuesto este año, los inversores tienden a alejarse de esta clase de activos, que a menudo se perciben con mayor riesgo. Sin embargo, las previsiones de las gestoras coinciden en que hay razones de sobra para pensar en su renacer en un horizonte de medio plazo.

Es el peor año en rentabilidad desde 2018

El mal comportamiento del mercado este año ha provocado una escabechina también en los fondos de inversión, un producto en el que está invertido el 14,4% del ahorro financiero de las familias españolas. A cierre de noviembre, el conjunto de estos vehículos perdía un 6,74% de media este año, que va camino de ser el peor para la industria en términos de rentabilidad desde 2018, según datos de Inverco. Si se desglosa esta cifra, únicamente el 7% de los fondos de bolsa a la venta en España (en euros) gana dinero este año, según Morningstar, frente al 4% que lo consigue en renta fija.

La cosecha que deja este año el mercado es dramática. El saldo de la mayoría de índices de bolsa es negativo, lo que se une a la caída generalizada del precio de los bonos. El gran reajuste que se ha producido en casi todos los activos, ante la nueva era de tipos de interés más altos liderada por los bancos centrales en su objetivo de controlar una inflación que no da tregua, ha provocado que prácticamente no hubiera refugios. La consecuencia es que el inversor estándar (aquel que construye su cartera con distinta proporción de bolsa y renta fija) va camino de terminar el año con pérdidas medias del 10%, que es lo que ceden los fondos mixtos según Morningstar.

En un año en el que la bolsa española no ha sido especialmente volátil, existen grandes diferencias en cuanto a rendimiento. azValor Iberia gana un 16,96% y 'EDM Inversión' pierde un 14,92%.

La renta fija volverá a cumplir su papel en las carteras y, en opinión de los bancos de inversión, ofrecerá rentabilidades similares a las de la bolsa pero con menor volatilidad.

El ahorro privado en planes de pensiones está en horas bajas. El año pasado, los que forman parte del sistema individual registraron prestaciones netas por primera vez en la historia debido a un descenso del 40% en las aportaciones brutas, que Inverco vincula a la reducción en el límite máximo de aportación a estos vehículos deducible en el IRPF, que pasó de 8.000 a 2.000 euros en 2021. Pero su atractivo menguó aún más este año, con la decisión del Gobierno de bajar dicha cantidad hasta los 1.500 euros. El resultado es que los planes de pensiones del sistema individual vuelven a acumular prestaciones netas de 588 millones de euros este año, con datos hasta noviembre. Salvar el año depende, una vez más, de lo que suceda en diciembre, donde se necesitaría la entrada de al menos 470 millones para no firmar un peor año que el pasado.