
El ahorro privado en planes de pensiones está en horas bajas. El año pasado, los que forman parte del sistema individual registraron prestaciones netas por primera vez en la historia debido a un descenso del 40% en las aportaciones brutas, que Inverco vincula a la reducción en el límite máximo de aportación a estos vehículos deducible en el IRPF, que pasó de 8.000 a 2.000 euros en 2021. Pero su atractivo menguó aún más este año, con la decisión del Gobierno de bajar dicha cantidad hasta los 1.500 euros. El resultado es que los planes de pensiones del sistema individual vuelven a acumular prestaciones netas de 588 millones de euros este año, con datos hasta noviembre. Salvar el año depende, una vez más, de lo que suceda en diciembre, donde se necesitaría la entrada de al menos 470 millones para no firmar un peor año que el pasado.
La mayor parte de las aportaciones a estos productos de ahorro finalista siempre se ha producido en el último trimestre del año, por eso de que se acaba el plazo para aportar al plan de pensiones con miras a aplicar la deducción al hacer la declaración de la renta al año siguiente. Así, por ejemplo, en 2020, el último año en el que un ahorrador aún podía deducirse 10.000 euros en el IRPF con sus aportaciones a los del sistema individual, casi la mitad de todo el dinero que entró al conjunto de planes llegó entre septiembre y diciembre. Y esta dinámica se repite en los años anteriores (ver gráfico).
2020 fue, de hecho, el último en el que las aportaciones superaron a las prestaciones, dejando el saldo final en aportaciones netas de 1.300 millones de euros. Para no empeorar la foto del año pasado, y quedarse en el entorno de 117 millones de euros de prestaciones netas, la industria necesitaría captar al menos 470 millones de euros en diciembre. Para igualar la cifra de 2020, en cambio, la cantidad precisa es mucho más ambiciosa ya que los planes de pensiones del sistema individual deberían atraer un mínimo de 1.900 millones de euros. Algo que parece difícil si se toma como referencia lo que ocurrió el año previo, el primero en el que su atractivo fiscal se vio reducido.
En 2021 el sistema individual registró prestaciones netas por valor de 117 millones de euros, un hecho sin precedentes, ante el drástico descenso de las aportaciones brutas, que fueron de 2.594 millones frente a las 4.314 del año anterior, mientras que las prestaciones brutas (sin incluir supuestos de liquidez) se redujeron ligeramente hasta los 2.712 millones de euros.
Sin efecto en los de empleo
Según las estimaciones de Inverco, el nuevo límite, de 1.500 euros, puede suponer una reducción adicional superior a los 320 millones en las aportaciones brutas al sistema individual (es decir, un 12% menos de las realizadas en 2021). Frente a esta disminución, y como ya ocurrió en 2021, desde esta asociación también consideran que el efecto en las aportaciones a planes de empresa, donde la cantidad deducible vía aportaciones ha crecido, será nulo.
Hasta septiembre, el sistema de empleo no sólo no ha incrementado sus aportaciones brutas, sino que descienden respecto al año anterior (en 100 millones de euros en el conjunto del año). Y si se analiza lo ocurrido en años anteriores, a expensas de lo que suceda en este, los planes de empleo acumulan diez consecutivos en los que sale más dinero del que entra, y tan solo una minoría, el 6%, consigue aportaciones superiores al millón de euros según los últimos datos disponibles.
Con todo, el volumen patrimonial de los planes de pensiones se ha resentido también. Hasta septiembre, últimos datos disponibles sobre el conjunto de los planes de pensiones, los activos bajo gestión alcanzaban los 114.500 millones de euros, frente a los casi 128.000 millones de finales de 2021. Esta cifra se encuentra a unos 15.500 millones de distancia de la previsión que manejaba Inverco a principios de año para finales de este, que hablaba de 130.000 millones de euros por el efecto de la rentabilidad, que está siendo negativa.
El patrimonio que sí ha recuperado algo de terreno en noviembre ha sido el de los planes de pensiones del sistema individual, que vuelve a estar por encima de los 80.000 millones de euros (82.400 euros). Por poner en contexto esta cifra, aún así es menos de lo que gasta la Seguridad Social en pagar pensiones por jubilación al año (88.000 millones de euros en 2021).
Sin embargo, además de por las salidas de dinero, el patrimonio de los planes de pensiones también se ha visto afectado por la caída en el precio de los activos en los que invierte. En el caso de los del sistema individual, en el último año sufren pérdidas medias del 6,1%. A medio y largo plazo, no obstante, conservan rentabilidades positivas. A diez años, estos productos de ahorro ofrecen un retorno anualizado de casi el 3%.