Publico sobre el lado B de la economía o sobre cómo afecta la inflación a los pingüinos y al brunch. Abarco temas de tendencia, curiosidad, utilidad y rarezas económicas. Doy una mano en temas de actualidad, internacional, política e investigación. Además, en el podcast del periódico, cuento historias sobre cajeros automáticos, tractoradas o sobre el Oráculo Warren Buffett. Doy pinceladas en Economía, Retail, Salud, Vivienda, Tecnología y Motor.

Tras la pandemia del coronavirus, algunas empresas han decidido mantener la flexibilidad y ofrecen a sus trabajadores el formato híbrido que les permite trabajar tanto en casa como en la oficina. Otras mantienen el teletrabajo como única opción, pero también están esas empresas que echan de menos a sus trabajadores y que les piden que vuelvan al formato de trabajo presencial. La razón: la "poca" confianza de los jefes en la productividad de los trabajadores, según un estudio reciente de Microsoft.

La pandemia del coronavirus trajo consigo una serie de cambios en el comportamiento humano. El confinamiento, como medida de urgencia para evitar la expansión del virus, hizo que muchas personas vean el entorno rural como una alternativa a la hora de vivir y dejar las grandes urbes. Es una tendencia que se está observando en todo el mundo. En el caso surcoreano le han puesto un nombre: 'Kwichon'.

Con la pandemia del coronavirus aumentó el número de personas que decidieron buscar un nuevo modelo de vivienda. Más alejado de la ciudad y en zonas más verdes. Un modelo en el que encajan perfectamente las casas prefabricadas, las cuales traen consigo múltiples beneficios como los tiempos de construcción, costos, personalización y modernidad. Sin embargo, el punto en contra de esta opción de vivienda la tienen los terrenos y las regularizaciones que hay detrás que muchas veces frenan la idílica idea.

Marie Kondo es sinónimo de orden. El método meticuloso para ordenar y limpiar una casa, que aplica la empresaria japonesa, y que la ha lanzado a la fama, también se puede aplicar en la vida misma, y en tu economía. Así lo interpreta la experta en finanzas personales, Cristina Benito.

Estamos viviendo un momento donde las monedas (actuales y antiguas) están teniendo un fuerte protagonismo en el mundo del coleccionismo y también en el mediático. Y es que, si llegas a tener un ejemplar "particular", puede que aumente su valor de mercado y te pueda entregar una alegría. Más en estos tiempos de crisis económica.

Recientemente en España, un Gobierno Autonómico pondrá en marcha el proyecto de semana laboral de 4 días. Concretamente, lo llevará a cabo la Comunidad Valenciana. En este contexto, la medida que se debate también en Reino Unido, podría significar "ahorrar" miles de euros por año y con ello "combatir" la actual inflación, según una investigación realizada por el grupo de expertos británicos 'Autónomy'.

El surcoreano Sae Hyung-jung llegó a estar preocupado por no tener suficiente dinero para comer. Sus dos primeros fracasos empresariales, lo llevaron a esa situación de ruina. Sin embargo, el emprendedor asiático no se quedó de brazos cruzados. Al llegar la pandemia, provocada por el coronavirus, que desencadenó el confinamiento y el teletrabajo, vio una oportunidad que a día de hoy le hace ganar más de 32 millones de euros.

Comprar por estos días una casa prefabricada es una idea que resulta común por la fuerte tendencia, por el acceso económico a una de ellas y por el poco tiempo que requieren sus instalaciones. En el mercado hay una gran variedad de este tipo de viviendas. Su precio subirá según el tamaño, el tipo de terminaciones y los módulos que se le quiera agregar. Sin embargo, existen chollos que por menos de 45.000 euros te permiten entrar a este nuevo mundo de casas industriales.

En estos tiempos de crisis nos metemos al baúl de las técnicas de ahorro y entre las que encabezan las listas nos encontramos con los métodos de contabilidad japoneses. Si bien son métodos antiguos y que quizás creamos que están desactualizados, pues toman fuerza cuando toca apretar las carteras y son a costo cero. De esta forma, la apuesta es aplicar por el método Kakeibo, un sistema de finanza creado en 1094.

A diferencia de los hoteles, en las facturas de Airbnb aparece el desglose del cobro del alojamiento por día, la comisión de la aplicación y, en muchos casos, un cobro por limpieza. Este último, suele ser el precio que ponen los anfitriones para poder dejar la vivienda en condiciones para recibir a otro huésped. Sin embargo, algunos propietarios exigen una limpieza "extra" en sus casas.