Opinión
El dólar estadounidense ha sido la columna vertebral del sistema financiero internacional, desde el final de la Segunda Guerra mundial. Su presencia domina las reservas de los bancos centrales del mundo, el grueso del comercio mundial y los mercados financieros globales. Esta es una de las razones que otorga a Estados Unidos una posición privilegiada para proyectar su influencia económica, política y estratégica sobre el resto del planeta. Según el Fondo Monetario Internacional, cerca del 60% de las reservas oficiales de divisas de los bancos centrales están denominadas en dólares. En el mercado de divisas, el dólar participa en casi el 90% de todas las transacciones diarias, que en conjunto superan los 7 billones de dólares. Además, más del 80% del comercio global, incluyendo el de bienes estratégicos como petróleo, gas, cereales y semiconductores, se realiza en esta moneda. Incluso cuando el intercambio se produce entre países que no tienen ninguna relación directa con Estados Unidos, el dólar suele ser la unidad de cambio.