Bolsa y Mercados
La inversión de impacto social gana cada vez más adeptos. La reciente taxonomía de la Unión Europea para los productos financieros, que los clasifica según el grado de compromiso que tengan con la sostenibilidad (los que promueven objetivos de desarrollo y los que cuentan con uno como eje central de su estrategia) ha supuesto un revulsivo para las gestoras de fondos y los inversores, más conscientes de las implicaciones que sus decisiones tienen en muchos aspectos.