El clima de tensión que se vive en el este de Ucrania, por la amenaza bélica de Rusia, ha dejado un lunes negro en las bolsas, con una de las peores sesiones desde el pasado mes de octubre, cuando se expandió la variante ómicron del Covid.
Y ante la amenaza de mayores caídas bursátiles y a la espera de lo que comunique la Reserva Federal mañana, los inversores han regresado de nuevo a los bonos en busca de refugio, lo que ha relajado la rentabilidad de las principales referencias a diez años, que en los últimos días habían experimentado una escalada ante lo que todos los analistas consideran una inminente subida de tipos de interés en EEUU.
De esta forma, el T-Note norteamericano se ha situado en el 1,723%, lo que significa una bajada de catorce puntos básicos desde la semana pasada. El bund alemán, por su parte, que incluso llegó a situarse en terreno positivo por primera vez en casi tres años, se ha colocado otra vez en el -0,101%, un porcentaje que alivia a su vez la presión sobre las compras del BCE; y el bono español a diez años ha bajado un punto básico hasta el 0,628%, aunque la prima de riesgo se ha elevado hasta los 73 puntos.
Este búsqueda de seguridad podría ampliarse en los próximos días en función de cómo se desarrollen los acontecimientos en Ucrania y la percepción de riesgo de los inversores.