Los planes de empleo vuelven a ver algo de luz al final del túnel. Según Inverco, el año pasado cerraron con captaciones netas por valor de 167 millones de euros, después de trece ejercicios en que las entradas de dinero no superaban las salidas, por lo que siempre terminaban con saldo negativo. Este dato contrasta con el de los planes individuales, que siguen experimentando reembolsos netos, esta vez de 765 millones, afectados por el límite de 1.500 euros de aportación por partícipe.