Un primer semestre sorprendente, en primer lugar por la resiliencia de la economía norteamericana, que reduce las expectativas de bajadas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de las seis que se esperaban en enero a las tres o dos que se pronostican ahora. Y en segundo lugar porque lo que parecía que iba a ser el año de la renta fija ha acabado siendo un ejercicio en el que algunos índices bursátiles registran ganancias de doble dígito, como es el caso del Ftse MIB, el Ibex o el EuroStoxx, y con la bolsa norteamericana acercándose a este rendimiento.

A finales del año pasado, el mercado metió en precio hasta seis y siete bajadas en los tipos de interés frente a las dos o tres que descuenta ahora, cinco meses después. Este reajuste de las expectativas es lo que ha presionado al alza las rentabilidades de los bonos y lo que explica que la renta fija, que estaba pensada para sumar, no lo haya hecho. La deuda pública es la que se ha llevado el peor golpe, pero los responsables de asignación de activos de las principales gestoras en nuestro país están convencidos de que el inversor podrá borrar las pérdidas acumuladas desde enero a final de año. Y también han empezado a alargar duraciones, en la mayoría de los casos.

Si por algo se caracteriza la Liga Global de la gestión activa de elEconomista.es es por la presencia de fondos españoles entre los mejores por rentabilidad, siguiendo la tendencia de otros años, en los que también aparecían vehículos de gestoras españoles entre los de mayor revalorización.

La OPA anunciada por BBVA para hacerse con el control del Sabadell, valorada en 12.000 millones de euros, era una operación esperada por los gestores de bolsa española consultados por elEconomista.es, en un entorno de bonanza para las entidades financieras tras la normalización de los tipos de interés, que en el caso de la entidad dirigida por Carlos Torres le serviría para ganar una cuota de mercado en España con la que afrontar una futura recesión en sus otros dos grandes mercados, México y Turquía.

La banca privada del Santander ha lanzado un nuevo servicio de gestión de carteras que tendrán la peculiaridad de incluir solamente fondos indexados, lo que rebaja el coste de gestión de estos productos. Entra así de lleno a competir en un segmento donde roboadvisors o gestores automatizados como Indexa, Finizens o MyInvestor, entre otros, han irrumpido en los últimos años para intentar codearse con los grandes jugadores de la industria de inversión, ya que muchos de sus clientes son inversores con un alto nivel patrimonial, en un momento en que la gestión pasiva se está incorporando gradualmente a las carteras.

Berkshire Hathaway, la firma fundada por Warren Buffet, ha celebrado este fin de semana su junta anual de accionistas en Omaha (Nebraska), un evento que ha vuelto a congregar a inversores de todo el mundo deseosos de escuchar las palabras del oráculo de la reconocida ciudad del medio oeste norteamericano.

La industria de gestión de activos española ya supera los 360.000 millones de euros en activos bajo gestión, pero el grueso de este volumen está en manos de las entidades financieras, que controlan casi el 80% del patrimonio, con tres bancos (CaixaBank, Santander y BBVA) acaparando una cuota del 53%, según los últimos datos de Inverco, teniendo en cuenta únicamente los fondos de inversión domiciliados en España.

Si en algo están de acuerdo los gestores activos es que los próximos años se pueden alcanzar rentabilidades de doble dígito en bolsa europea, invirtiendo en compañías aparentemente aburridas frente al supuesto glamour que parece destilar la temática de la inteligencia artificial (IA), y sin tener estar pendiente de la actuación de los bancos centrales.

La normalización de los tipos de interés ha permitido que los depósitos puedan volver a remunerar a los ahorradores adecuadamente. Pero esta rentabilidad no va a ser suficiente para compensar el efecto de la inflación en los próximos años, por lo que es mejor "poner a trabajar el dinero" en productos que se beneficien de "la magia del interés compuesto". Así lo manifestó este martes Carlos Aso, consejero delegado de Andbank y vicepresidente de MyInvestor, durante su intervención en la jornada Gestión activa e indexada en un entorno de bajada de tipos, organizada por elEconomista.es y MyInvestor.

Carlos Llamas fue nombrado consejero delegado de EDM a mediados de febrero, aunque lleva casi diez años en la firma fundada por Eusebio Díaz-Morera hace ya 35 años. Con un 84% del accionariado en manos de Mutua Madrileña, en EDM se plantean el reto de aumentar su volumen de activos bajo gestión y asesoramiento hasta los 5.700 millones de euros y ampliar su cuota de mercado en banca privada en Madrid, Valencia y Baleares.