Tras una década larga de apostar por la bolsa norteamericana, gracias al tirón de los grandes valores tecnológicos, Europa ha vuelto a atraer a los inversores, con una subida del 10% del Euro Stoxx 50 en el año, frente a la pérdida del O,64% del S&P 500. Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca se ha producido un vuelco en las expectativas de crecimiento de la economía mundial, por la incertidumbre generada por la imposición de aranceles a China, que más tarde se han pausado.

En un momento en que las grandes gestoras están apostando por acercar al inversor minorista al mundo de las inversiones alternativas, los grandes patrimonios tienen la estrategia contraria, con una reducción de su exposición al private equity a lo largo de este año. Es una de las principales conclusiones del sexto estudio anual realizado por UBS entre 317 family offices de 30 países de su amplia base de datos.

En los últimos años los fondos mixtos han vuelto a recobrar protagonismo, sobre todo entre aquellos inversores conservadores que se han atrevido a incorporar algo más de riesgo en sus carteras. La subida de tipos de interés que realizaron los bancos centrales llevó a muchos ahorradores a fondos que invertían en deuda de gobierno, con un objetivo de rentabilidad más o menos tasado, dado el vencimiento de estos bonos, y de ahí, a medida que los rendimientos han ido menguando, muchos ahorradores se han decidido a invertir en productos mixtos, que invierten una parte de su cartera en renta variable, en función del perfil de riesgo.

La bolsa europea está viviendo un momento de esplendor este año. El miedo a que la guerra arancelaria de Estados Unidos desemboque en una recesión ha provocado un éxodo de los grandes inversores hacia el Viejo Continente, lo que se ha traducido en rendimientos de doble dígito para el EuroStoxx 50, con un 11%, y del 8,44% para la versión más ampliada, el Stoxx 600.

Después de años en que las empresas relacionadas con el sector de la defensa aparecían bajo la sombra de la sospecha en un mundo inundado por la sostenibilidad, los inversores han cambiado totalmente su apetito y ahora son los productos de inversión relacionados con este tipo de compañías los que se colocan entre sus preferencias.

Tressis, la firma de asesoramiento y gestión patrimonial fundada por José Miguel Maté junto a Sonsoles Santamaría y Santiago de Rivera hace 25 años, inicia una nueva etapa bajo el grupo andorrano Morabanc, que ha adquirido una participación superior al 75%. La marca, que hace referencia a la moneda romana equivalente a tres veces el valor de un as durante la época de la República, aspira a crecer en un momento de fuerte competencia entre las entidades financieras en el segmento de altos patrimonios. Pendientes de la aprobación regulatoria de la compra de la ficha bancaria del Banco Europeo de Finanzas, perteneciente a Unicaja, para poder ofrecer más servicios a sus clientes, Lluís Alsina, CEO del Grupo Morabanc, y Maté, CEO de Tressis, ven factible alcanzar los 10.000 millones de euros de volumen patrimonial en España en los próximos tres años.

Los europeos prefieren Europa. Tras una década larga en la que las acciones de las grandes compañías tecnológicas atrajeron enormes flujos de dinero hacia Wall Street, los inversores del Viejo Continente están redirigiendo su patrimonio hacia las empresas domésticas de manera masiva. Un movimiento que se observa claramente en los ETF.

A los inversores, cegados por las exuberantes subidas de la bolsa norteamericana de la última década, gracias a la racha de los grandes valores tecnológicos, les está costando todavía percatarse de que el Ibex es uno de los índices más alcistas desde ya hace un par de años, con ganancias que en este ejercicio están superando ya el 16%. Un rendimiento que fondos como Magallanes Iberian Equity, Santander Acciones Españolas, Santander Small Caps o Bestinver Bolsa están consiguiendo superar ampliamente, con datos de Morningstar a 6 de mayo.

Es una de las categorías que más rentabilidad está consiguiendo en los últimos años, con un 15,75% el año pasado y un 24,86% en 2023. Y es una de las más cercanas al inversor español, puesto que conoce a la gran mayoría de las compañías que la componen. Pero aun así los inversores le están dando la espalda de manera continua. Se trata de los fondos de bolsa española, que solamente han conseguido captar 43 millones de euros netos en los últimos tres años, según datos de la consultora Vdos.

Aunque para el común de los mortales tener un patrimonio más elevado de lo normal significaría no tener que vivir con preocupaciones económicas, lo cierto es que cuanto mayor es la riqueza acumulada, mayores son las inquietudes que surgen respecto a su preservación y su traspaso a las siguientes generaciones.