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Tue, 10 Dec 2024 11:05:12 +0100
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El dominio de Arabia Saudí sobre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el propio mercado de crudo ha sido indiscutible durante años. Sin embargo, esos días dorados parecen haber quedado atrás, al menos por ahora. La cuota de mercado del país, que un día dominó con gran holgura este mercado, ha caído hasta representar alrededor del 9% de toda la oferta global. En 1981, la producción de Arabia Saudí equivalía al 20% de la producción mundial de crudo (para que se hagan una idea). Esta comparación refleja el lento, pero constante cambio de un mercado que en sus comienzos estaba altamente concentrado en un puñado de países de Oriente Medio y que hoy se acerca algo más a un mercado competitivo, con jugadores importantes en América (EEUU, Canadá, Brasil o la pequeña Guyana) y África. Esta mayor competencia se ha convertido en la china del zapato de Arabia Saudí. Y lo que es peor, esta china en el zapato se ha hecho justo más grande cuando Riad está intentando transformar su economía con un costosísimo plan que pretende diversificar los ingresos del reino.