Economía

El pequeño país que está en el foco de todos los problemas de Europa... pero que será de los que más crezca del continente

  • Eslovaquia depende de las exportaciones que representan un 95% del PIB y están debilitadas a nivel global
  • El motor, dañado a nivel global y con cierres de fábricas, supone en 13% de su economía
  • Es más dependiente de la UE del gas ruso (85% de su suministro), que cortará envíos en enero 
Bratislava (Dreamstime)

Un pequeño país en el corazón de Europa está preparado para uno de los crecimientos más notables de toda la UE. Sin embargo, la confianza ciega que instituciones y agencias depositan en el mismo choca de lleno con una cascada de amenazas prácticamente aseguradas que, a primera vista, debería tumbar su fortaleza. Sin embargo, no saltan las alarmas para Eslovaquia. El antiguo miembro de Checoslovaquia, que alcanzó su independencia en 1992 y con un millón menos de habitantes que la Comunidad de Madrid, está en pleno cruce de caminos de los grandes peligros que asolan a Europa.

En primer lugar, se trata de un país fuertemente expuesto al exterior. Para la república centroeuropea las ventas al exterior representan el 91,9% del PIB. Se trata de uno de los países de la UE más expuestos al exterior solo por detrás de Luxemburgo, Irlanda, Malta y Chipre. Esta dependencia tendría que haber sido veneno para la economía en un momento en el que el comercio mundial está debilitado por las expectativas incumplidas de China y un endurecimiento de las condiciones financieras a nivel global.

Pero no es solo que sea dependiente del exterior de un momento de fragilidad, sino que su producto estrella es probablemente uno de los que más estén sufriendo en el viejo continente: la industria automovilística. Este sector supone cerca del 13% de todo su PIB y un 54% de toda la producción industrial del país y el 33% de todas sus exportaciones. De este modo Bratislava es una de las capitales más dependientes del motor en todo el mundo. En el resto del continente las matriculaciones han caído un 6%.

En ese sentido se suma un problema añadido. Esas exportaciones lideradas por el motor van hacia el resto de Europa, la cual es su principal destino. Sin embargo EEUU supone el tercer máximo socio para la joven república solo por detrás de la UE y de Reino Unido. El gigante norteamericano representa en 3,4% de todas sus ventas al exterior y, por lo tanto, está claramente expuesto a la amenaza de unos aranceles que limiten sus envíos.

A esto se suma que Eslovaquia es uno de los países más dependientes de toda la UE al petróleo y gas ruso. De hecho el país es considerado como uno de los más cercanos a Putin de toda la UE junto con Hungría. Según las estimaciones de Fitch ratings el 60% del petróleo del país y el 85% del gas proceden de Rusia. La agencia considera que esto la sitúa a las puertas de "problemas energéticos estructurales". En particular debido a que a partir del 1 de enero Rusia cortará definitivamente todos los envíos que van a Europa (precisamente hasta Eslovaquia y Austria) a través de Ucrania. El motivo es que no han logrado alcanzar ningún acuerdo para extender el tránsito.

A pesar de todo la salud económica del país no se ha puesto en tela de juicio. Según las estimaciones de la Comisión Europea, Eslovaquia será una de las economías de más rápido crecimiento en 2025 mientras la debilidad se extienden entre los principales países. Las estimaciones del último informe de la institución hablan de un avance del PIB del 2,3%, exactamente idéntico al de España. ¿Cómo es posible?

El consumo interno tomará el relevo

Desde la misma Fitch explicaban en su último informe sobre la deuda del país que "hemos tenido que revisar al alza nuestras previsiones sobre el país". De hecho van mucho más allá de las cifras de la Comisión Europea y apostaban por un PIB en el 3,5%. El motivo que dan es que esperan una auténtica explosión del consumo privado en el pequeño país. El motivo por el que esperan que los eslovacos se lancen al gasto hasta compensar el daño exterior es doble. Por un lado, "las bajadas de los tipos de interés afectarán particularmente a este país pues se trata de uno de los países con una población más expuesta a hipotecas (25%) de toda Europa central".

Para hacerse una idea, España, que es un país con una gran exposición a las hipotecas está en el 30% mientras que Alemania apenas está en el 22%. Por su parte países más comprables a Eslovaquia como la República Checa apenas está en el 20%, Eslovenia en el 17% y Polonia en el 12%. En definitiva, "los recortes de tipos abrirán un espacio muy significativo a través del cual podrán reactivar la economía".

"El crecimiento se ha desacelerado en un contexto de alta inflación, débil demanda externa y condiciones financieras más restrictivas" comentan desde la OCDE".

Estas 'menores hipotecas' se mezclarán con una enorme revalorización de los salarios en el país. Para empezar en enero de 2025 el salario mínimo subirá un 8,8% hasta los 816 euros al mes. Por su parte, tras siete trimestres consecutivos de salarios reales negativos, estos han subido con fuerza durante todo 2024 y se proyecta que subirán más, dada la estrechez de su mercado laboral. "Hay condiciones muy restrictivas en el mercado laboral con un 5,6% de paro, una cifra históricamente baja es por ello que los salarios han subido un 5,6% hasta máximos de 20 años (en términos reales)" comentan desde Fitch. Además estos salarios "ahora verán como se incluye una indexación con efecto retroactivo de los subsidios a las hipotecas, exenciones fiscales y otras transferencias que se aplicaron con las diversas crisis que hubo a raíz de la guerra de Ucrania.

Por su parte los analistas hablan de que los recortes del BCE también incentivarán el consumo de todos sus vecinos que son realmente los principales clientes. Solo Alemania representa un 23% de todas sus exportaciones, la República Checa un 122,4% y Polonia un 8,3%, mientras que solo Austria representa el 5,7%, más del doble que EEUU. En ese sentido la agencia señala que el aumento de esos países debería ser un elemento decisivo, incluso por encima de los problemas que vengan desde el otro lado del Atlántico. De hecho, una guerra comercial con EEUU puede provocar que sus socios en la UE busquen más productos en otros mercados.

Sin embargo, sí que hay problemas. Los pedidos de coches han caído en octubre (último mes registrado) al ritmo más fuerte desde marzo de 2020, es decir, la era pandémica. Esto ha provocado que los ánimos se moderen y las perspectivas de su ministerio de FInanzas del PIB hayan caído de ser un éxito rotundo por encima del 3,5% a un escaso 2%. "El crecimiento se ha desacelerado en un contexto de alta inflación, débil demanda externa y condiciones financieras más restrictivas" comentan desde la OCDE".

Una inflación desatada

Sin embargo, a pesar de todo desde el punto de vista puramente del crecimiento, la economía eslovaca mantendrá su salud a pesar de todas las amenazas. Sin embargo si que hay un frente que preocupa de clara: una inflación totalmente desatada. Eslovaquia tiene las peores perspectivas de inflación de toda la UE, siendo el único país de toda la región con una proyección de la Comisión Europea por encima del 5% (5,06%). El motivo fundamental es una energía que no ha logrado independizarse de Rusia pero no es el único factor. Desde el Banco Nacional de Eslovaquia explican que una buena parte de la revalorización de los precios vendrá de una subida generalizada de impuestos que se podrían trasladar a los consumidores. En particular, destaca una subida del IVA, el impuesto de sociedades (solo para las mayores firmas) y un nuevo impuesto sobre las transacciones financieras.

Según PwC este supone un factor fundamental pues "La mayoría de los cambios entrarán en vigor el 1 de enero de 2025".Especialmente destacan la importancia del tipo medio del IVA que pasará del 20% al 23% de golpe mientras que se acabará con los tipos reducidos del IVA que eran del 19% el año pasado y pasará a ser del 19%.

"Las medidas gubernamentales y la diversificación del suministro de energía, que se aleja de las fuentes rusas, han mitigado el shock energético"

El problema es que Azerbaiyán apenas tiene un 0,5% de las reservas de gas a nivel mundial, es el productor número 25 del mundo. A pesar de esto ya es el responsable del 7% de todo el gas que llega a través de gasoductos a Europa. Esto ha generado grandes suspicacias de que su crecimiento exportador venga de la mano de reexportaciones de petróleo ruso. Azerbaiyán importó 141,6 millones de metros cúbicos de gas de su vecino del norte este 2024.

En cualquier caso, sea o no ruso, este camino menos directo supone un sobrecoste para Eslovaquia que ha intentado diversificar aún más su suministro construyendo nuevas conexiones con Hungría, Polonia y mejorado la capacidad con Austria y República Checa, logrando un éxito parcial. "Las medidas gubernamentales y la diversificación del suministro de energía, que se aleja de las fuentes rusas, han mitigado el shock energético" sentencia el último informe de la OCDE. Sin embargo, aunque estas se han mitigado, una demanda interna muy agitada también está combinándose con los precios de la energía. "Junto con el gas, las presiones subyacentes sobre los precios, especialmente las provenientes de los servicios, siguen siendo elevadas. El mercado laboral ha sido resistente y el crecimiento de los salarios nominales se ha acelerado" comenta la organización supranacional.

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