Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

La economía global se enfrenta a un futuro incierto y plagado de desafíos, donde eventos impredecibles podrían cambiar drásticamente las reglas del juego. Por ello, los economistas de Saxo Bank, fieles a su tradición, han elaborado una lista de cisnes negros para 2025, esas predicciones extravagantes que, aunque improbables, podrían provocar enormes disrupciones en mercados, políticas y la vida cotidiana. Este año, las proyecciones incluyen desde un segundo mandato de Donald Trump que dinamita la hegemonía del dólar hasta un estímulo fiscal sin precedentes en China. También destacan avances tecnológicos sorprendentes, como la impresión de un corazón humano o la meteórica ascensión de Nvidia hasta duplicar el valor de Apple. También ponen sobre la mesa una crisis en los precios de la energía por los centros de datos. No obstante, entre las predicciones más llamativas figura el auge de los vehículos eléctricos, que podría llevar a la desaparición de la OPEP tras una fuerte caída del petróleo. Además, Saxo Bank imagina escenarios climáticos extremos, como una catástrofe natural que hunde a una gran aseguradora, o un giro inesperado en la economía británica que devolvería la libra esterlina a su fortaleza previa al Brexit.

El motor europeo se encuentra en una crisis sin precedentes en el que los problemas se superponen uno tras otro. Primero los precios de la energía, luego los altos tipos de interés y, para colmo, una caída de la demanda como consecuencia, han dañado de forma crítica sus márgenes. Por otro lado, una invasión de coches chinos a gran escala está destrozando la rentabilidad en una carrera de alto voltaje. Para continuar, el ascenso de Trump promete aranceles que generen costes adicionales. Por último, todo esto aderezado con la transición hacia el coche eléctrico de fondo. Un auténtico cóctel explosivo para el sector que ha terminado por generar una verdadera crisis.

Una sombra se cierne sobre la banca europea: la desregulación bancaria en EEUU. Las entidades norteamericanas han vivido una verdadera fiesta bursátil con el ascenso de Donald Trump. Aunque es una tendencia que venía dándose desde hace unos meses, con una legislación más suave de lo esperado, la realidad es que el sector da por hecho que el mandato del republicano vendrá precedido, como mínimo, de una gran oleada de desregulación, menores requisitos de capital y menos limitaciones a la hora de usar sus activos. En el caso más extremo, incluso algunos creen en la opción de que Trump protagonice un divorcio total con la legislación compartida en Europa, abandonando por completo Basilea III Endgame.

Entre las muchas crisis que han azotado al mundo los últimos años hay una que se ha dejado sentir especialmente en España, la del aceite de oliva. Esta materia prima, que el país ibérico domina con puño de hierro con más del 45% de la producción mundial ha visto como sus principales campos (el sur de la península, Italia o Grecia) quedaban debilitados por grandes sequías que habían lastrado enormemente su producción. En consecuencia el mercado ha visto cómo los precios se disparaban. Esto permitió soñar a Túnez, un pequeño país atrapado en una crisis sistémica, evitar el peor escenario: declararse en quiebra o ser rescatada por el FMI, pagando un duro peaje. Ahora el sueño se apaga con la caída de los precios y el país asume que han perdido su oportunidad.

Los mercados se han encargado este año de dejar claro que la situación de Francia es preocupante. No se trata de que el país galo esté cerca de un impago, o al borde un colapso económico, pero sus compromisos de déficit con sus vecinos europeos no se van a cumplir, e incluso las metas menos exigentes que se ha planteado París en sus últimos presupuestos se ponen en duda por parte de los analistas y las grandes agencias de calificación. Donde sí parece haber colapso, o por lo menos caos, es en el frente político, con el gobierno de Macron sufriendo un giro en las últimas elecciones europeas y legislativas, y ahora, con un ejecutivo débil que se enfrenta a un peligro real de implosión. Todo está afectando a la prima de riesgo de Francia, que ha llegado a tocar esta semana máximos desde la crisis del euro.

La OPEP afronta en diciembre una reunión que marcará el devenir del mercado y del grupo. Es por ello que el cártel quiere debatir a fondo los próximos pasos antes de sentarse y tomar una decisión definitiva, por lo tanto han querido darse más margen trasladando la cita del 1 de diciembre hasta el 5 de diciembre. La cita, que se dará en Kuwait, puede ser clave para una alianza que se encuentra ante un momento de máxima tensión. Si bien hasta hace no tanto todo parecía indicar que los recortes voluntarios de producción empezarían a relajarse en octubre, la OPEP ha tenido que aplazar sus planes ante un mercado que no da margen para las dudas, con un superávit en el suministro y unos precios a la baja. Ahora cada vez hay un consenso más fuerte en otra prórroga.

La IA ha dejado a su paso una serie de grandes ganadores. Los más conocidos son las empresas de chips, que aspiran a convertirse en la infraestructura que sostenga en nuevo mundo. Por su parte, las nucleares (en particular Vistra) se disparan en Wall Street ante el auge de los centros de datos, los cimientos de esta revolución y que necesitarán suministro de energía. Siguiendo esta última línea, un evento ha extraño e inesperado para muchos inversores ha sucedido en los mercados. Una empresa nacida durante la era del 'wild west' y, según parecía, condenada a la decadencia más de un siglo después ha triplicado su valor y ha entrado oficialmente en el S&P 500.

Donald Trump ha querido iniciar la nueva era de los aranceles 'cerca de casa'. El magnate neoyorquino ha anunciado esta semana un gravamen del 10% adicional al objetivo clásico de su 'guerra comercial', China, pero también de un 25% a sus dos vecinos, México y Canadá. Según el presidente electo el 20 de enero, cuando entre oficialmente en la Casa Blanca, esta medida formará parte de la primera batería con la que debute en el cargo. El motivo fundamental sería castigar con ello la inmigración ilegal y el tráfico de drogas y, tal y como el mismo reconoció, se aplicaría a cualquier producto que cruce la frontera. Sin embargo, los expertos han advertido de que esta primera medida podría ser una de las que tenga efectos más devastadores tanto en EEUU como en México como en Canadá. El motivo que generaría un incendio en el petróleo que dispararía la inflación.

Tras el caos que trajo en los mercados de deuda las elecciones legislativas en Francia, que llevó a que los bonos de este país ya tengan un rendimiento superior al de España, este miércoles se ha dado otro hito que parecía inalcanzable. La prima de riesgo (diferencia entre los bonos franceses y alemanes) ha alcanzado el punto máximo desde 2012, cuando la crisis del euro estaba todavía en su punto álgido. Al arranque de la jornada ya toca los 89 puntos básicos.

Algo está pasando en el gas europeo. Los precios de la materia prima están subiendo y, aunque están muy lejos de los precios disparados por la guerra de Ucrania y el impactante giro en el suministro energético del continente, las subidas son reseñables. Solo en lo que llevamos de noviembre, los precios del contrato de referencia en el continente (TTF holandés) suben más de 25%, un 55% en lo que llevamos de año, permitiendo que alcance los 48,2 euros por megavatio hora.