Tras los máximos de 2024 Tesla ha vivido una auténtica sangría. Las dudas respecto a su 'robotaxi', la creciente competencia china, un rejonazo en las ventas, los aranceles y las distracciones políticas de su CEO, Elon Musk, provocaron que la firma estuviera atrapada en un desplome prácticamente sin suelo. Desde sus máximos de diciembre la firma llegó a perder la mitad de su valor. Sin embargo, tras los abultados retrocesos algo parece haber cambiado.