
Javier Milei, presidente de Argentina, ha vuelto a sacar 'otro conejo de su chistera económica' para infundir algo más de confianza en las finanzas argentinas y empujar hacia abajo un poco más el riesgo país (el diferencial entre el bono americano y su homónimo argentino). El Gobierno de Argentina parece tener una estrategia firme y llena de recursos para intentar estabilizar una economía que partía de una situación extremadamente crítica. El plan de shock inicial basado en la austeridad y la desregulación ayudó a mejorar las finanzas y, posteriormente, a la economía real (el PIB crece con fuerza, el desempleo cae y la pobreza se desploma). La pequeña crisis que se vivió a comienzos de este año amenazaba con echar por tierra todos los logros, pero de repente Milei logró sellar un acuerdo histórico con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para librar a Argentina del cepo cambiario (controles de capital) sin generar una corrida cambiara. Ahora, el presidente ha anunciado nuevas medidas para sacar provecho de los dólares que tienen los argentinos y generar un boom de inversión en el país.
Javier Milei confirmó este jueves que su Gobierno prepara una serie de medidas que pretenden estimular que los argentinos usen, sin ser perseguidos, los dólares estadounidenses que atesoran fuera del sistema financiero. "Se va a ponderar a la gente de bien. Van a poder sacar sus dólares sin tener que dejar los dedos marcados, porque fueron dólares ganados honestamente y (guardados fuera del sistema financiero) para evitar que los robaran la basura de los políticos", sostuvo Milei.
Tras este anuncio, el riesgo país cayó de golpe en casi 100 puntos básicos poco después del anuncio, llevando al riesgo país a la zona de los 677 puntos básicos, unos niveles que no se veían desde febrero de este año. Esta medida promete incrementar la inversión y el consumo de los argentinos de forma 'legal', lo que a su vez puede ayudar a generar confianza e incrementar la recaudación. Mientras tanto, la economía crece a un ritmo del 5,7% anual según los últimos datos del estimador mensual de actividad. La ocupación se encuentra en máximos de la serie histórica y los salarios reales llevan varios meses aumentando.

Pese a todo, la situación económica de Argentina sigue siendo frágil, buena prueba de ello fueron los repuntes del riesgo país en marzo y abril, un incremento de la desconfianza de los mercados ante la tardanza del acuerdo con el FMI y la errática política económica de Donald Trump, que disparó la aversión al riesgo en los mercados globales, algo que siempre perjudica a los países emergentes más frágiles. Sin embargo, ahora todo parece volver a girar hacia el lado de la confianza. La producción de petróleo en Argentina sigue aumentando a un buen ritmo, según los últimos datos del Gobierno, mientras que esta semana se anunció que el país alberga uno de los mayores yacimientos de cobre, oro y plata del mundo, lo que también podría remar a favor de los influjos de dólares en la economía de cara al futuro.
Reconstruir las reservas en dólares
El pasado lunes, el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, ya había anticipado que se preparan medidas que apuntan a inyectar dinero en la economía argentina, que ha sufrido el año pasado el impacto de un severo ajuste fiscal, al tiempo que podrían ayudar a recomponer las aún exiguas reservas monetarias del Banco Central, que este jueves cerraron en 37.997 millones de dólares.
Al disertar en el evento Latam Economic Forum 2025 en Buenos Aires, Milei confirmó que se preparan resoluciones del Banco Central, del Ministerio de Economía y de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca, Fisco argentino) para que los ciudadanos poder usar los dólares "guardados bajo el colchón" sin ser perseguidos por el Fisco por no haber declarado tener esos ahorros, un capital por el que no han pagado impuestos. Sin embargo, una vez que esos dólares comiencen a moverse de forma libre empezarán a perseguir bienes y servicios o podrán usarse como inversión, generando actividad económica y, por ende, más ingresos públicos para un Gobierno que ya ha logrado el equilibrio fiscal.
Millones de dólares al sistema
Según el presidente, se busca un "mecanismo como para que la gente pueda ingresar los dólares al sistema, pueda comprar lo que quiera y que no deje los dedos marcados para que nadie los vayan a perseguir". El Gobierno de Milei considera que, para que la economía argentina pueda continuar con su proceso de recuperación, necesita una "inyección monetaria".
Pero esa inyección no pueden ser pesos argentinos, ya que el Tesoro mantiene su política de emisión monetaria 'cero', por lo que esa 'monetización' debe hacerse mediante los dólares atesorados por los propios argentinos, un proceso que Milei ha definido como "dolarización endógena". "Que la economía la moneticen los mismos argentinos. Cuando ustedes necesitan hacer transacciones, sacan sus propios dólares y los vuelcan en el sistema", alentó Milei.
Dos monedas, un país
Argentina es una economía bimonetaria 'de hecho', en la que, si bien hay una moneda propia, es el precio del dólar estadounidense el que determina las decisiones cotidianas de inversores, empresas y familias, una obsesión forjada al calor de las recurrentes crisis financieras del país suramericano.
Desde hace décadas, los argentinos se refugian en el dólar para cuidar lo mucho o poco que logren ahorrar. El peso argentino es la moneda oficial desde su creación en 1992 y desde entonces y durante una década llegó a equivaler a un dólar, el famoso 'uno a uno' del régimen de convertibilidad que implosionó con el estallido de la descomunal crisis económica, política y social de finales de 2001.
Depreciado por la sucesión de fracasos en la política económica, actualmente el peso argentino vale poco menos de un décimo de centavo de dólar al tipo de cambio oficial. Este historial ha reforzado la práctica de acaparar dólares como mecanismo de ahorro y cobertura ante la devaluación y la inflación y, además, de mantener los dólares fuera del sistema financiero argentino por temor a una confiscación.
"Ustedes no metieron dólares abajo del colchón porque odian al país. Ustedes metieron dólares abajo del colchón porque del otro lado había un conjunto de hijos de puta, delincuentes, que les afanaron (robaron) con el impuesto inflacionario. No por nada, desde 1935 a la fecha, le quitamos 13 ceros a la moneda", aseguraba Milei.
Más de 200.000 millones de dólares
Según datos oficiales correspondientes al último trimestre de 2024, los argentinos atesoran 246.029 millones de dólares en cuentas fuera del país, en cajas de seguridad o en billetes guardados 'bajo el colchón', una cifra varias veces superior a la de las reservas del Banco Central argentino.
"En los colchones los argentinos debemos tener 200.000 millones de dólares, 300.000 millones de dólares o 400.000 millones de dólares, según a quién le pregunten. Y eso podría ser una inyección enorme para que Argentina se convierta en una de las máximas potencias mundiales", aseguró Milei.
El presidente explicó que, una vez que se consolide esta "dolarización endógena", el peso argentino va a seguir existiendo pero para pagar impuestos. "Con esta remonetización, el peso se va a seguir apreciando, pero va a quedar tan chiquito respecto a la cantidad de dólares, que el sistema va a quedar dolarizado endógenamente. Y cuando eso pase vamos a estar en condiciones de poder cerrar esa institución siniestra que tanto daño le ha hecho a los argentinos", añadió Milei en referencia a su antigua idea de cerrar el Banco Central argentino.