
La salida del cepo cambiario (acabar con los controles de capital en Argentina) era uno de los movimientos más peligrosos y complicados para la economía de Argentina. Los analistas, economistas y expertos (una parte importante de ellos) habían vaticinado que este movimiento podría originar una salida de capitales intensa que podría depreciar el peso y generar cierto pánico en los mercados. Todo ello, a su vez, generaría el riesgo de despertar el riesgo de 'hiperinflación' en la economía sudamericana. Sin embargo, hasta la fecha parece haber sucedido casi todo lo contrario y para asombro de muchos parece que Javier Milei ha vuelto a tener razón. Prueba de ello no solo es la fortaleza del peso y la fuerte caída del riesgo país, que una vez más está a punto de caer por debajo de los 700 puntos básicos.
En un extenso editorial publicado por el Financial Times se pone de relieve los buenos resultados de este movimiento: "El peso argentino ha desafiado todas las expectativas de muchos analistas y ha evitado una caída abrupta tras la relajación de su tipo de cambio fijo este mes, lo que ha llevado al presidente libertario Javier Milei a burlarse de los economistas que habían advertido de una depreciación mucho mayor", señala el diario británico. Javier Milei está volviendo a recuperar la confianza de los mercados después de que el 'escándalo cripto' de principios de año generase ciertas dudas entre inversores y la sociedad. Hoy, tras varios datos 'macro' que han revelado que la economía sigue mejorando y que la inflación (aunque ha repuntado) parece algo más estable, el riesgo país (el diferencial entre el bono de EEUU y el de argentina) vuelve a caer a la zona los 709 puntos básicos después de haber rozado los 1.000 puntos básicos hace escasas dos semanas.
El peso se ha mantenido relativamente estable tras el fin del cepo cambiario. Argentina ha conseguido suficientes dólares como para 'comprar' toda la base monetaria amplia del país si fuera necesario. ¿Qué significa esto? Si los argentinos decidieran cambiar todos sus pesos por dólares, el Banco de Argentina podría responder sin grandes riesgos, aunque este no es el escenario base. Buena prueba de ello es la relativa fortaleza del peso. Desde que comenzó su flotación parcial el 14 de abril, el peso ha experimentado oscilaciones, pero sin perder la banda de fluctuación establecida ni ponerla en riesgo. Antes de esa fecha, el tipo de cambio oficial lo situaba en 1.068 pesos por dólar. Sin embargo, el jueves cotizaba a 1.175, muy por encima del nuevo límite inferior de 1.400 fijado por el banco central. Milei ha pronosticado que pronto alcanzará el límite superior de 1.000 pesos por dólar.
El ministro de Economía, Luis Caputo, expresó su malestar con aquellos que habían previsto una fuerte salida de capitales y una dolorosa depreciación del peso. "Esperaríamos una oleada de disculpas de colegas y periodistas por decir a la gente que íbamos a devaluar (cuando se anunció la flotación del peso)", escribió en X. "Pero estoy seguro de que no llegará". Por ahora, salvo ciertos contratiempos, lo cierto es que la economía de Argentina ha reaccionado mucho mejor de lo que se preveía a la austeridad, la desregulación y los incentivos ofrecidos por el Gobierno de Milei. El PIB crece con fuerza, el empleo está en máximos y los mercados 'compran' el plan Milei, que ha sido incluso calificado por varios medios y expertos como un milagro económico.
A diferencia de lo que ocurría a comienzos de mes, el banco central no está interviniendo en el mercado para sostener el peso, en línea con los términos del nuevo acuerdo de préstamo de 20.000 millones de dólares firmado con el FMI. El Fondo Monetario Internacional ha pedido al banco central que no venda sus valiosas reservas de divisas para fortalecer el peso, salvo que este caiga hasta 1.400 por dólar, y, en cambio, le ha recomendado comprar dólares para incrementar sus reservas. La semana pasada, Milei afirmó que el banco central no comprará dólares "hasta que el peso llegue a 1.000"
Aunque el peso se ha debilitado en los últimos días, la mayoría de los analistas coinciden ahora en que las condiciones juegan a favor de Milei para mantener la divisa en la mitad inferior de la banda cambiaria durante los próximos meses, en parte gracias al ingreso estacional de dólares procedentes de la gran cosecha de soja argentina entre abril y junio.
El tipo de interés de referencia, del 29%, sigue siendo suficientemente elevado como para atraer a los inversores hacia las llamadas "operaciones carry trade", en las que se pide dinero prestado en dólares y se cambia a pesos para comprar activos locales y cobrar intereses. La semana pasada, el banco central flexibilizó las restricciones a los inversores extranjeros con el fin de fomentar este tipo de operaciones.
Mientras tanto, Milei ha reducido drásticamente el uso de emisión monetaria por parte del banco central y ha reiterado su compromiso de alcanzar un superávit fiscal en 2025, lo que ha contribuido a reforzar la confianza de los inversores. "Han puesto en juego muchas variables que aumentan la oferta de dólares en el mercado y reducen la demanda... incluyendo la señal de Milei de que el peso alcanzará el límite superior", explicó Fernando Marull, director de la consultora económica FMyA, con sede en Buenos Aires.
El peso aún no está libre de riesgos
Añadió que el peso seguirá siendo volátil en las próximas semanas, ya que el mercado "pondrá a prueba la oferta y la demanda" de una moneda cuyo tipo de cambio ha estado controlado por el gobierno durante más de cinco años. Un factor clave será la rapidez con la que los exportadores agrícolas decidan vender sus productos. Un peso más fuerte incentiva a los exportadores a retener sus cosechas, ya que obtienen menos pesos por cada dólar exportado. Pero Milei ha advertido que la rebaja temporal de los impuestos a la exportación expirará en junio y les ha instado a vender ahora.
La presión sobre el peso podría intensificarse en la segunda mitad del año, cuando se reduzca el flujo de dólares procedentes de las exportaciones y se acerquen las elecciones legislativas de octubre en Argentina. Tradicionalmente, los inversores tienden a convertir sus activos en pesos a dólares antes de las elecciones.
Se apaga el riesgo de más inflación
La caída menor de lo esperado en la divisa ha llevado a algunos economistas a descartar sus previsiones de que la inflación se dispararía una vez eliminados los controles cambiarios. Contener la inflación es central en la campaña de Milei para las legislativas.
"No veo un problema serio con la inflación a menos que el peso se desplome", asegura Martín Rapetti, director ejecutivo de Equilibra. Sin embargo, advirtió que es demasiado pronto para que el presidente libertario declare la victoria por haber sostenido un peso fuerte, dado que el tipo de cambio ha experimentado una apreciación drástica en el último año y sigue muy por encima de su media histórica en términos reales.
"Sigo creyendo que para colocar al país en una senda que permita tanto crecimiento económico como acumulación de reservas en el banco central... Argentina necesita un tipo de cambio más débil", afirmó. "El gobierno ha conseguido aplazar muy hábilmente ese momento".