"La Inteligencia Artificial tiene un enorme potencial para el mal" explicaba Warren Buffett en la reunión anual de accionistas de Berkshire Hathaway. Tras elogiar la promesa que supone la tecnología y reconocer que no tiene argumentos para negar la revolución empresarial y económica que puede desatar, el oráculo de Omaha contó una experiencia personal que le generó dudas respecto a su desarrollo. "Hace poco vi una imagen en el ordenador, era yo, con mi propia voz, mi ropa… Sinceramente, ni mi esposa ni mi hija hubieran visto la diferencia y estaban lanzando un mensaje que de ninguna manera provenía de mí".