Leonardo da Vinci diseñó el tornillo aéreo: uno de los primeros bocetos de aparatos voladores, el auténtico precursor de lo que estaba por venir, alrededor del año 1490. De aquel invento -uno de tantos del genio florentino-, hasta hoy, los avances en este ámbito no han dejado de producirse. De hecho, está previsto que el mercado de los vehículos voladores crezca un 25,1% para 2030, pasando de 1.900 millones de dólares en 2020 a 17.840 millones en tan sólo una década.

Chief Financial Officer de Crisalion Mobility