Editorial
- 05/02/2015, 10:00
05/02/2015, 10:00
Thu, 05 Feb 2015 10:00:23 +0100
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El año pasado marcó un punto de inflexión para el sector financiero español. Por un lado, avanzó, junto al resto de la zona del euro, hacia la unión bancaria con la supervisión única, exhibiendo además solvencia en las pruebas de resistencia del BCE. Por otro, 2014 supuso el regreso al beneficio del negocio en España de las grandes entidades (el Santander, BBVA, Caixabank, Popular y Sabadell, a falta de los resultados de Bankia). Fueron 2.158 millones, una cifra que demuestra que algo está cambiando en nuestro país. En primer lugar, la página de los rescates puede darse por pasada. Su último coletazo fueron las aportaciones al Fondo de Garantía necesarias para comprar las preferentes de Novagalicia y CatalunyaCaixa, que terminaron de deslucir los balances en 2013.