Economía

Más presión sobre Syriza: el BCE cierra el grifo de la financiación para forzar a Grecia hacia el rescate

  • Deja de aceptar bonos griegos como garantía en sus operaciones de liquidez
  • Elimina la excepción que permitía usarlos pese a no tener ráting suficiente
  • Sólo unas horas después de que Mario Draghi se reuniese con Yanis Varoufakis

Golpe de mano del Banco Central Europeo (BCE), que ha decidido dejar de aceptar como garantía la deuda de Grecia en sus operaciones de liquidez. ¿El motivo esgrimido? El emisor europeo considera que en estos momentos no es posible asumir que la evaluación del plan de rescate del país heleno vaya a terminar con éxito. Con la maniobra, Fráncfort obliga a los bancos griegos a financiarse a través de la línea de emergencia facilitada por el banco central nacional, que es mucho más cara, y al Gobierno de Alexis Tsipras a replantearse su estrategia y alcanzar un nuevo acuerdo con reformas económicas. La incertidumbre se instala en los mercados con caídas en la bolsa de Atenas y la prima de riesgo por encima de los 1.000 puntos.

"El Consejo de Gobierno del BCE ha decidido levantar la suspensión que afectaba a los instrumentos emitidos o garantizados por Grecia que les permitía ser utilizados en las operaciones de política monetaria a pesar de no cumplir con los requisitos mínimos de rating", explicó el banco central en un comunicado. La medida entrará en vigor el 11 de febrero.

El rescate

Esta condición especial que mantenía la institución presidida por Mario Draghi se amparaba en el hecho de que Grecia estaba baja el paraguas del programa de rescate de la troika. Sin embargo, con la fecha de vencimiento a la vuelta de la esquina (finales de mes) y la intención declarada de Syriza de no continuar con el mecanismo de ayuda de sus socios europeos en los términos actualmente establecidos, el BCE ha optado por dar un volantazo que fuerza a Tsipras a replantearse su estrategia.

"La decisión del Consejo de Gobierno se basa en el hecho de que actualmente no es posible asumir una conclusión exitosa de la evaluación del programa (de rescate)", justificó el instituto emisor. El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, ha reiterado esta semana que Atenas rechazará cualquier préstamo adicional de sus acreedores internacionales, a pesar de que el presente programa de rescate expira a finales de febrero.

Es más, Grecia no se ha dado por aludida tras el mensaje lanzado ayer por el BCE. El Ministerio de Finanzas heleno ha afirmado hoy que la decisión del supervisor central de dejar de aceptar bonos de Grecia como garantía en sus operaciones de liquidez sobre quien añade presión es el Eurogrupo para que alcance un acuerdo "mutuamente beneficioso" entre Grecia y sus socios europeos.

De este modo, el Gobierno griego se desmarca de la interpretación generalizada de que con esta medida, el BCE pone a Atenas contra las cuerdas para ceder ante la troika.

¿Y los bancos?

Pero, ¿en qué lugar deja la decisión del BCE a los bancos griegos? Con la única opción de la ventanilla de emergencia de su supervisor, es decir, el banco central de Grecia.

Ahora, aquellas entidades que carezcan del colateral suficiente según los criterios del BCE podrán atender sus necesidades de liquidez a través de la línea de asistencia de emergencia (ELA) del Banco Nacional de Grecia y en el marco de la regulación del Eurosistema. Eso sí, con peores condiciones: esta herramienta tiene una tasa de interés del 1,55% sobre el dinero prestado, frente al 0,05% exigido en la financiación del BCE.

Así, la medida adoptada del Consejo de Gobierno del BCE, que recuerda a la adoptada por la institución en febrero de 2012, condena a los bancos griegos a depender de la liquidez de emergencia, más cara. Además, esta asistencia debe ser sometida periódicamente a la autorización del resto de miembros del Consejo de Gobierno del BCE.

Un mal momento

El cierre del grifo de la financiación no podía llegar en peor momento. En los últimos meses, las entidades griegas han sufrido una fuga de depósitos que se ha intensificado en enero, mes en el que se han celebrado las elecciones anticipadas que han llevado a Syriza al gobierno. Fuentes bancarias griegas señalaron a Efe que, según los datos oficiales del Banco de Grecia, en diciembre se retiraron 3.000 millones de euros y afirmaron que "en enero la cantidad fue superior", cercana a los 8.000 millones de euros.

El impacto en los mercados ha sido inmediato. Wall Street, que se preparaba para cerrar en verde, ha finalizado la sesión con pérdidas leves. Mientras tanto, los ADR de dos bancos griegos que se negocian en Nueva York, National Bank of Greece y Eurobank Ergasias, han reaccionado con caídas del 7% y el 4%, respectivamente.

La decisión del BCE se produce apenas unas horas después de que su presidente, Mario Draghi, mantuviese un encuentro con el ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis. Éste calificó la reunión como "fructífera" y expresó su confianza en alcanzar una solución de forma rápida.

Y hoy es el turno de la cita más importante para Varoufakis. El ministro heleno se encontrará en Berlín para reunirse con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, con el objetivo de lograr la comprensión de Alemania para sus propuestas.

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