La cifra revisada del PIB español de 2021 muestra un avance del 5,5%. La cifra, sin tener en cuenta el contexto y de donde venimos, puede parecer abultada y satisfactoria, sin embargo ahondando en el análisis deja un sabor amargo. Nuestra economía ha sido incapaz de recuperar, ni siquiera, en 2021 el 50% de la caída de 2020 (-10,8%). Es una fuerte decepción.
Este crecimiento del 5,5% dista de la previsión del Gobierno que, recuerden, era de un 6,5%. La diferencia se debe a la persistencia de la pandemia frente a las previsiones originales. La variante ómicron y la alta tasa de contagio pueden explicar esta desviación.
Ante esta situación inesperada me pregunto si, a la vista de lo que ocurre este año no sería necesario y justificado que nuestro Gobierno revisara el cuadro macroeconómico. Aún sostiene, de forma solitaria y empecinada, que nuestra economía crecerá un 7%. Nadie a la vista de los acontecimientos (guerra, inflación, freno a la actividad, crisis social...) se cree esta cifra; todos los grandes organismos dan un crecimiento por debajo de esta cifra. Me refiero a la UE, el FMI, la OCDE y hasta el Banco de España.
¿Es necesario seguir engañándonos o, lo que es peor, que el propio Gobierno se haga trampas al solitario? Quizá no quiere realizar esta revisión debido al gasto público previsto para este año, insostenible y que impactará fuertemente en nuestro déficit. Ya sabemos que algunos, como Carmen Calvo piensan y dicen aquello de "el dinero público no es de nadie". Tal afirmación no necesita comentario alguno; eso sí habría que decir que somos los españoles y nuestras empresas quienes ponen, con el pago de sus impuestos, ese dinero.
Analizando la partida de la contribución de la demanda en el pasado ejercicio, supuso un impulso del 3,8%. A primera vista puede parecer nuevamente abultada sin embargo no es así, el derrumbe en el año precedente, en este aspecto fue de un 8,2%. Otra nueva pregunta me surge de cara a 2022: ¿con la que está cayendo este año se puede prever un aumento que cierre la brecha? Yo no lo creo.
Veamos ahora la formación bruta de capital. En 2021 el crecimiento fue del 1,4%. Una cifra que puede decirse que es enclenque a la vista de 2020 con una caída del 11%. Ante esta enorme brecha, se puede seguir pensando que 2022 cerrará el daño de la pandemia. No quiero ser catastrofista, pero mi respuesta es que me parece totalmente insuficiente. Fijémonos en el componente laboral. Las horas trabajadas, en términos interanuales, crecieron un 2,7%, seis décimas menos que en el tercer trimestre del mismo ejercicio. Normalmente el cuarto trimestre, debido a la Navidad, suele ser mucho mejor; en 2021 se rompe este comportamiento. Como decía, una auténtica decepción.
¿Por qué el gobierno no quiere ver la realidad de nuestra situación y sigue anclado en deseos irrealizables.