Opinión

La genuflexión empresarial de Sánchez

Sánchez presenta sus respetos ante el Ibex para ofrecer una imagen de moderación a Bruselas

La fusión entre Bankia y CaixaBank entra en la recta final. En los próximos días se anunciarán los términos del acuerdo. La principal incógnita en estos momentos es la prima para los accionistas de Bankia, que rondará el 20 por ciento.

Pocas veces en la historia se culminó una operación de esta envergadura en un plazo de tiempo tan corto, alrededor de un mes. Un éxito contundente de la fundación presidida por Isidro Fainé. La rapidez está en la falta de injerencias políticas. Fainé se lo debe a Sánchez.

Las protestas de independentistas se apagaron tras percatarse que la operación encumbra a La Caixa en Madrid, donde gana poder. El peligro real estaba en el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quien reconoció que había perdido la discusión con Sánchez, después de que su esposa, la ministra de Igualdad Irene Montero descalificara la operación porque generaba una "excesiva concentración".

Montero debería tomar dos tardes de lecciones de economía con Jordi Sevilla. El problema es justamente al revés. Existe un excesivo número de entidades financieras. Las alarmas saltaron a finales de agosto cuando en el mismo día el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos; el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, y el presidente de la AEB, José María Roldán, coincidieron en urgir a la banca a fusionarse ante lo que se avecina tras la caída de su rentabilidad. Unas horas después, Caixabank y Bankia anunciaban su boda a la CNMV.

La fusión de Caixa y Bankia saldrá por la falta de injerencias políticas. Fainé se lo debe a Sánchez

Con los tipos de interés a cero, la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) bajó del 3 por ciento, un nivel considerado crítico para la banca, lo que obliga a concentrarse para defenderse de la coyuntura adversa que vendrá en los próximos meses.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, quiere abrir un proceso de integraciones, hasta ahora inédito, que refuerce los lazos entre los miembros de la Unión. En estos momentos, sólo hay dos entidades sin planes de fusión dentro de España: Santander, con un tamaño que duplica al de la futura CaixaBank, y BBVA, que pesa la mitad que ésta última y que la entidad presidida por Botín. Por tanto, habrá tres bancos con músculo para afrontar adquisiciones en Europa.

El ritmo del baile lo marcará el incremento de la tasa de morosidad. En 2013, saltó por encima de 13 por ciento y el número de entidades pasó de más de medio centenar a alrededor de una docena. La mayoría de las cajas quedó reducido a cenizas.

La crisis aún debe mostrar su cara más terrible. El desempleo creció alrededor de 1,5 millones, pero la tasa de paro está aún lejos del 27 por ciento alcanzado en los peores tiempos de la pasada crisis. La recuperación irá mucho más lenta de lo estimado por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, quien auguró un alza del PIB en el tercer trimestre de poco más del 10 por ciento, cinco puntos inferior a la previsión de la AIReF. El culpable es el turismo, que se desplomó el 75 por ciento en julio, debido a la cuarentena impuesta por Reino Unido. Más de una veintena de países restringen la entrada de visitantes de a nuestro país.

El Presupuesto está garantizado. El Gobierno ya no necesita a Casado ni a Arrimadas

La intención del Gobierno es prorrogar sólo los expedientes de regulación de empleo (Ertes) de los sectores más golpeados por la crisis, como el turismo, la hostelería o la cultura. Los empresarios auguran miles de despidos a partir del 30 de septiembre.

Aún quedan 800.000 empleados en los Ertes, de los que en torno al 40 por ciento se estima que jamás volverán a sus puestos de trabajo. El Banco de España pronostica que un tercio de las empresas tendrán problemas de liquidez y alrededor de un millón desaparecerán.

Las esperanzas están puestas en los 140.000 millones que llegarán de Europa en los tres próximos años para recuperar la economía, la mitad de ellos a fondo perdido. Las empresas y la administración tienen una oportunidad para modernizarse a precio módico y poner en marcha de nuevo la máquina de crear empleo.

En otros países, como Italia o Francia, sus gobiernos optaron por crear agencias oficiales encargadas de recibir y examinar los proyectos y luego gestionar las ayudas. Pero en el nuestro, la selección la hará la Oficina Económica, que dirige Manuel de la Rocha. Una institución dependiente a su vez de Iván Redondo, el todopoderoso gurú a las órdenes directa de Pedro Sánchez.

Así es difícil creer que la selección se realizará de forma rigurosa. Para acceder al dinero europeo, habrá que contar con el visto bueno previo de Moncloa, Ya se sabe, quien parte y reparte… se queda con lo mejor.

El presidente se siente fortalecido y está dispuesto a vapulear a Pablo Casado. Hace unas semanas, convocó a la plana mayor del IBEX 35 a la conferencia "España puede" para difundir un mensaje de unidad frente a la recuperación con el falso señuelo de atraer el apoyo del Partido Popular y del resto de fuerzas políticas para presentarse con un amplio consenso ante Bruselas.

Desde que descubrió la operación Kitchen, su política de mano tendida se transformó pronto en la de palo y tente tieso. Ahora apoya una comisión de investigación en el Congreso sobre el PP, que negó hace unas semanas para indagar el presunto fraude fiscal en Podemos. ¿Dónde queda ya el amplio consenso parlamentario que presuntamente solicita Europa para conceder las ayudas? Todo era una pose para aislar a la oposición.

La mejor defensa siempre fue un buen ataque. Y por si cabía alguna duda, el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, reveló esta semana la oferta hecha a Ciudadanos para tumbar el Ejecutivo de coalición encabezado por Isabel Díaz Ayuso.

Las tornas han cambiado en poco tiempo. Sánchez tiene garantizados los Presupuesto sin Casado, e incluso sin Inés Arrimadas, gracias a la ruptura de Puigdemont con el PdeCat, que le brinda el apoyo de casi media docena de diputados, y la vuelta al redil del ERC tras los comicios catalanes.

Tan seguro se siente de sí mismo, que se atreve a desafiar a Europa con el retoque de "elementos esenciales" de la reforma laboral. Está dispuesto a restaurar la primacía de los convenios de empresa sobre los individuales, así como la ultractividad, que prorroga las alzas salariales del convenio en extinción si no se alcanza un acuerdo.

El anhelo escenario que dibujan en la derecha de ruptura con Iglesias jamás se cumplirá. Después de la pataleta a la vuelta del verano, cuando Iglesias criticó la falta de liderazgo de Celaá, Sánchez lo llamó a capitulo. Lo hizo en sus ya famosos almuerzos monclovitas. El líder morado, presionado por la apertura de varios procedimientos judiciales tanto a él como a su partido, aceptó algunas renuncias para mantener la entente en pie.

Por eso, tras el exitoso encuentro con el IBEX dijo que garantizaba 40 meses de Gobierno. "Largo me lo fiáis, amigo Sancho" como contestó don Quijote a su fiel escudero ó Don Juan Tenorio, en el Burlador de Sevilla.

El pacto es el siguiente: ambos líderes se comprometen a flexibilizar sus posturas lo imprescindible para sacar las cuentas generales y lograr los fondos europeos. A partir de ahí, cada uno irá por su lado. En medios oficiales lo definen como una especie de "tente mientras cobro". El plan es aprovechar la recuperación de la economía tras la llegada de la vacuna para quitarse a Iglesias de en medio mediante la convocatoria de elecciones.

Así, los Presupuestos de 2021 no recogerán un alza de impuestos a las empresas y rentas altas, aunque la ministra portavoz, María José Montero, se compromete a aplicar su particular justicia fiscal en los años siguientes, de manera que PSOE y Podemos cumplan sus pactos de legislatura. Asimismo, Calviño reconoció esta semana que está en revisión la subida salarial de los funcionarios o incluso de las pensiones, dado que apenas existe inflación, lo que ahorraría miles de millones al erario público.

Como se sabe, la fusión de la Caixa no sería posible si el plácet del Gobierno. Fainé ha conseguido de Sánchez lo que no logró con Rajoy. El ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, paró el proyecto porque temía que los entonces ministros de Hacienda, Cristóbal Montoro y de Economía, Luis de Guindos, lo torpedearan.

Pero no se engañen, la genuflexión empresarial de Sánchez es, en realidad, una pose para no agravar la crisis, ofrecer una imagen de moderación ante Bruselas y cumplir con los requisitos exigidos a cambio de desembolsar los fondos. El plan, además, tiene una pega, que los rebrotes ó el retraso de la vacuna den al traste con la recuperación esperada para la primavera del próximo año.

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Comentarios 7

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Platero
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No importa la libre competencia.Se consolida el oligopolio bancario en aras de mayor solvencia,dados los requerimientos europeos en materia de capital.

Veremos que hacen con el monstruo DB.

Puntuación 10
#1
Lorenzo
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Ahora ¿Qué tiene que decir Arrimadas? Es totalmente prescindible para los Presupuestos. Arrimadas eres una indigna sucesora del veleta Rivera.

Puntuación 17
#2
Manipulación en manos de locos.
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Ya está el psicópata Amador diciendo psicopatías y que conste que no he leído el artículo, porque si lo hago, le aumentaría la dosis de medicamentos y si no da resultado, lo único que quedaría es hacerle una lobotomía.

Puntuación -17
#3
Manuel d
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¿Genuflexion de Sánchez? ¿NO será más bien humillación del Ibex al graduado Sánchez?

El Ibex es de lejos el peor índice de Europa, las previsiones son lúgubres, los Ertes con chantaje incluido, el paro desbocado, el cierre de empresas subiendo,..

¿De qué van los del Ibex a llamarle el trasero al graduado monclovita?

¡Vaya panda de impresentables!

Puntuación 11
#4
plenilunio
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Manuel d#5 tiene razón,

la genuflexión se la hicieron los del Ibex a Sánchez;

sobre todo si les deroga parte de la reforma laboral.

Visto éso, ¿a quién le quedan ganas de invertir en el Ibex...?

Puntuación 5
#5
Usuario validado en elEconomista.es
AALFIL
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Como siempre los gobiernos desde hace más de 150 años ayudan a Cataluña para sigan ahí. Franco hizo lo mismo. Yo no entraré en una oficina que tenga arriba La Caixa. Caja Madrid se comió las Cajas podridas y tras el rescate se le regala a la Caixa, que no hizo ningún esfuerzo en este sentido. la fusión debería ser con el Sabadell que sabemos que tiene lo suyo, pero no, La Caixa no. Le tocará de nuevo al BBVA comerse otro marrón catalán. Ya no sirve quemar las fábricas para cobrar el seguro.

Puntuación 5
#6
Raul
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Vaya Ayala eso tampoco te gusta, mira que se difícil contentarnos a los bobalicon "liberales".

Puntuación -5
#7