
El Brexit está generando los dolores de cabeza que muchos analistas pronosticaron hace casi tres años, cuando triunfó en el referéndum la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Lo que se ha vivido durante la última semana ha confirmado que quienes auguraron un caos en las negociaciones no estaban en absoluto equivocados.
Después de fracasar el pasado martes la premier británica, Theresa May, en su intento de lograr el apoyo suficiente en el parlamento para una salida acordada de la UE, los legisladores británicos acordaron el jueves que no están dispuestos a sufrir un Brexit sin acuerdo. También aceptaron pedir una prórroga de tres meses en las negociaciones, hasta el 30 de junio, para seguir debatiendo y votando cómo se hará una salida pactada con Europa. Todo esto deja el proceso del Brexit en un punto similar al que había hace tres años, pero con un periodo de sólo tres meses por delante, si lo acepta la UE, para acordar cómo se hará, o fracasar en el intento. Es decir, otra vuelta de tuerca a un proceso del que de momento los inversores siguen confiando en un acuerdo pactado, de ahí la aparente calma frente a los volantazos al borde del precipicio.
"Todos seguimos pensando que no serán tan brutos como para salir a las bravas de la Unión Europea. Por eso el mercado está tranquilo, porque no tiene sentido que por dos páginas de un acuerdo muy extenso no se firme al final", afirma Ignacio Cantos, director de Inversiones de atl Capital. De la misma opinión es Alberto Salgado, director de Invesiones de Intermoney Patrimonios. "Lo que ha quedado de manifiesto con las votaciones de esta semana es que un Brexit no negociado es mucho menos probable. De hecho la libra lleva cotizando este escenario desde principios de año, periodo en el que se ha apreciado un 5 por ciento frente al euro, aunque también recoge esta apreciación cierta probabilidad de que finalmente el Reino Unido no salga de la UE, vía por ejemplo de un segundo referéndum", explica.
Efectivamente, los vaivenes de las votaciones se han notado en los mercados, disparándose la volatilidad implícita a 30 días de la libra hasta niveles que no se veían desde el año 2017. La libra subió más de un 1 por ciento durante la semana, hasta el entorno de los 1,17 euros por libra, cerca de los 1,177 euros que tocó el miércoles, y que son el nuevo máximo de 2019, no visto desde mayo de 2017. La bolsa británica también tuvo un comportamiento positivo, con un rebote del Footsie 100 del 3,1 por ciento durante la semana, hasta los 7.228 puntos, cerca de los máximos del año, en los 7.236 puntos.
Desde Tressis explican que "parece que los precios ya descontaban la posibilidad de rechazar el acuerdo con la Unión Europea, y ahora el mercado puede respirar con la decisión del parlamento británico de pedir una prórroga para el Brexit", lo que no quiere decir que lo peor haya pasado, ya que "a pesar de que el riesgo de un Brexit duro se haya desactivado temporalmente, los mercados todavía tendrán que digerir las votaciones que quedan por delante", explican desde la gestora española.
La próxima semana es clave para saber el día en el que podría volverse a votar el acuerdo de May, y ya hay algunas fechas clave que conviene vigilar: el 22 de marzo, cuando el Consejo Europeo decidirá si acepta o no la propuesta de ampliación del plazo que ha solicitado Reino Unido; posteriormente; el 12 de abril también es importante, ya que es la jornada en la que termina el plazo para que Reino Unido confirme si se presentará a las elecciones europeas, que se producirán el próximo 26 de mayo. Poco más de un mes después, el 30 de junio, es la nueva fecha límite marcada en el calendario para que Reino Unido salga de la Unión Europea, un límite que no se descarta que pudiese ampliarse todavía más.
El espejo noruego
"Lo razonable es que se pacte una prórroga y se acabe pactando un soft Brexit, en cierta medida similar al de Noruega", apunta Ignacio de la Torre, economista jefe de Arcano. Pero "no hay que descartar el riesgo de un cisne negro, consistente en que se vaya a un no deal que según el Tesoro británico implicaría una caída del PIB del 8 por ciento, lo que repercutiría muy negativamente en la libra", su-braya. Para Guiller-mo Santos, socio de iCapital, el escenario más probable es una prórroga, que "permitiría a Reino Unido repensar su estrategia del Brexit y generar un consenso en torno con un posible resultado de nuevo referendum, que sería favorable para la bolsa inglesa y la libra".
De momento, los inversores se mantienen a la expectativa, contemplando que al final del proceso se producirá un acuerdo más o menos apañado entre las partes, aunque por el camino se siga sufriendo con la visión de un acantilado que preocupa a los inversores. "Al final habrá un divorcio negociado porque después tanto Reino Unido como el resto de países europeos se seguirán encontrando en multitud de foros. Reino Unido puede dejar de formar parte de la Unión Europea, pero sigue siendo parte de Europa en todos sus sentidos. Los lazos fraternos europeos son difíciles de romper aunque nos separemos por el Brexit, aparte de que Reino Unido ya tenía su propia moneda y banco central. Y los lazos humanos y empresariales seguirán estando ahí", asegura José María Luna, director de Análisis de Arquia Banca.
Con esta perspectiva, el inversor que quiera aprovechar el descuento con que cotiza la bolsa británica debe tener una alta capacidad para asimilar la volatilidad, que seguirá haciendo mella en las carteras a corto plazo.
'Brexit' con acuerdo: a la tercera va la vencida
El Brexit acordado parece la opción más lógica y la que podría ser menos negativa para los mercados, especialmente si se piensa en la libra británica. Hay que recordar que, desde que se votó el Brexit en 2016, la libra ha reaccionado con fuertes caídas cuando se percibía que aumentaba el riesgo del adiós del Reino Unido a Europa, y con subidas cuando este disminuía.
Desde Allianz Global Investors explican que "en caso de un acuerdo, esperamos ventas de bonos británicos, especialmente en la parte corta de la curva, ya que el mercado descontará subidas de tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra. Podrían producirse ventas de renta variable británica en un primer momento, debido a la apreciación que se produciría en la libra, pero creemos que la bolsa británica terminaría viviendo un rally gracias al dinero que entraría en el país desde el extranjero. Nuestra expectativa apunta a que la renta variable británica mejorará el comportamiento de los índices europeos", explica la gestora alemana.
"Nuestra opinión sobre el resultado del Brexit no ha cambiado como resultado de las dos votaciones celebradas en el Parlamento esta semana. Las posibilidades de que se produzca un Brexit sin acuerdo perjudicial han aumentado, pero seguimos creyendo que el desenlace más probable es que se alcance un acuerdo con un periodo de transición que permita que la economía se recupere conforme se disipa la nube de incertidumbre", apunta Keith Wade, economista jefe de Schroders.
Pese a lo enrevesado del proceso de negociación, los inversores siguen confiando en un acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea para el Brexit. Ignacio de la Torre, economista jefe de Arcano, mantiene la confianza en que se alcance un pacto al estilo de Noruega. Al fin y al cabo, como recuerda José María Luna, director de Análisis de Arquia Banca, "Reino Unido seguirá siendo parte de Europa aunque deje la UE".
Otros escenarios: ¿nuevo referéndum? ¿elecciones?
Las negociaciones de May van a continuar, pero su fracaso de esta semana ha sido claro y pone en duda que la premier logre su objetivo: "Los votos en contra superaron a los de a favor con una cifra inferior a la de enero, pero se trata de una derrota considerable que cuestiona su capacidad de hacer prosperar el acuerdo", explican desde Solunion.
Con todo, parece que el proceso del Brexit ha vuelto a la casilla de salida, y la falta de respuestas que había en verano de 2016 sobre lo que depararía el futuro, cuando se votó en el Reino Unido, no ha cambiado un ápice. Incluso, se podría argumentar que han aumentado, ya que hay nuevas variables que entonces no existían, como la posibilidad de un nuevo referéndum, algo que desde Solunion manejan como uno de los escenarios que podrían terminar materializándose.
Desde A&G Banca Privada también lo contemplan, e incluso barajan que se produzcan unas nuevas elecciones en Reino Unido: " Pensamos que estamos en un callejón de difícil salida y damos una alta probabilidad a unas nuevas elecciones en el Reino Unido e incluso un nuevo referéndum". Sin embargo, también señalan la dificultad que entraña tratar de invertir en este contexto, un acercamiento al Brexit que no es nada fuera de lo común, y que comparten muchos otros gestores y analistas, al menos en la actualidad: "No estamos posicionando carteras de forma acusada hacia uno u otro desenlace, porque es tan imprevisible la conclusión de los acontecimientos como sus consecuencias en las cotizaciones", destacan.
Otro posible escenario que se maneja es que la prolongación de las negociaciones sobre el Brexit se mantenga más allá de los tres meses que ahora se manejan. "Europa prefiere una extensión más larga, mientras los parlamentarios pro Brexit querrán una más corta, ante el riesgo de que termine por no haber salida si se alarga demasiado", explica WisdomTree.
Brexit sin acuerdo: el final que nadie quiere ver
Es el escenario que nadie quiere, pero eso no significa que no pueda ocurrir. Desde DWS consideran que "parece bastante claro que hay más que suficientes parlamentarios listos para impedir un segundo referéndum, el acuerdo de Theresa May, y un Brexit caótico sin que haya acuerdo. La diferencia entre las dos primeras y la última es que un Brexit caótico y sin acuerdo es la posibilidad estándar", señala la gestora de Deutsche Bank.
Es cierto que la pasada semana los miembros del Parlamento británico votaron en contra de una salida sin acuerdo, pero la realidad es que ese resultado no es vinculante, ni tampoco suficiente para que se pueda descartar esta posibilidad, teniendo en cuenta que el Consejo Europeo también debe aceptar la prórroga , y siempre existe la posibilidad de que no lo hagan.
Un Brexit sin acuerdo podría tener unas consecuencias muy negativas en la libra, si esta está descontando ahora, como apuntan muchos expertos, una salida ordenada del Reino Unido. Desde WisdomTree explican cómo "en nuestra opinión, el mercado todavía no está esperando un Brexit duro. Si se analiza el comportamiento de la libra frente al dólar estadounidense, ahora cotiza en el entorno de los 1,32 dólares, lo que indica dos cosas: que el mercado no se sorprendió por las noticias de la semana pasada, y que no se está descontando un Brexit duro. Creemos que la libra se habría hundido de forma significativa en el caso de que se hubiese producido una sorpresa negativa". Eso sí, tal y como ocurrió cuando se votó el Brexit en 2016, y la semana pasada, cuando el martes se rechazó el pacto de May, la caída de la libra puede suponer un impulso para la bolsa del país: "Recordamos a los inversores que una debilidad significativa en la libra ha sido positiva para las multinacionales británicas, y que esto puede volver a ocurrir en caso de ver debilidad en la divisa", destacan desde WisdomTree.