
El Parlamento británico terminó su maratón de votaciones sobre el Brexit de esta semana con otro resultado previsible. Los diputados instaron a la primera ministra May a que pida a la UE una prórroga para volver a negociar. Más allá del mandato, y del rechazo de la Cámara a un segundo referéndum y una salida brusca de la Unión, no hay ninguna certeza.
Sin duda, lo conveniente para May sería cerrar la negociación en junio, para no tener que concurrir a las elecciones europeas de mayo. Nada asegura que esos plazos se puedan cumplir. Con todo, aún más incierto es el contenido de ese futuro acuerdo. No está en absoluto claro qué podrá arrancar May a la UE, una vez que ésta ve innegociables garantías como la que asegura el tráfico fronterizo entre las dos Irlandas.