
Hace apenas seis meses, muy pocas voces discordantes auguraban un comienzo de año para la renta variable europea tan favorable como el que se ha registrado en este 2023. Las alzas cercanas al 15% que acumulan las principales bolsas continentales (a pesar de los descensos vistos en los compases finales de la semana) son el mejor reflejo de que, empresarialmente, las previsiones de beneficio de los expertos son ahora más atractivas que en enero.
Algo de lo que pueden dar fe numerosos sectores en Europa, como el de las telecomunicaciones, el bancario o el de la producción manufacturera (maquinaria industrial, fabricantes de camiones o firmas más ligadas al ámbito fabril). Para todas ellos, el consenso de mercado recogido desde FactSet estima ahora un beneficio neto en 2023 y 2024 superior al esperado hace seis meses. Representan la parte del planeta que ilumina el sol y que no queda en la penumbra que arrojan unas previsiones con menos encanto que las de enero.
"Continuamos encontrándonos en un momento de resiliencia de los mercados laborales y del consumo, pero con mayor confianza en la desinflación que permite esperar una inminente pausa de los bancos centrales en sus políticas restrictivas", explican desde Norbolsa Sociedad de valores en sus previsiones de cara a la segunda mitad del año en la que apuestan por utilities, telecos y alimentación. Son, de hecho, tres de los sectores en los que las previsiones del consenso de mercado apuntan ahora a un beneficio mejor de lo esperado inicialmente.
Más cautos se muestran desde Tressis, donde aseguran que el escenario económico actual vendrá marcado por un crecimiento débil y tipos de interés elevados. "La realidad es que los resultados empresariales están resistiendo ya que muchos sectores consiguen traspasar gran parte de los costes a los clientes", apunta José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, quien también destaca que, estratégicamente, en renta variable son optimistas.
"Las valoraciones ahora no son exageradas por encima de las medias históricas pero, además, si quitamos a las compañías de mayor capitalización, las valoraciones son muy atractivas y tienen un gran margen de recuperación", señala el experto que incluye entre alguno de sus sectores favoritos al de la alimentación.
Desde Deutsche Bank, por su parte, esperan que la renta variable siga manteniendo constantes cambios de tendencia "dada la falta de visibilidad sobre el ciclo económico y la política monetaria", y siguen favoreciendo los valores europeos dada su infravaloración.

Por su parte, Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac explica en su comentario estratégico semestral que la ralentización económica sugiere una "preferencia por los valores y sectores defensivos" y asegura ver oportunidades en sanidad, "que combina una resiliencia a corto plazo y perspectivas de crecimiento a largo plazo", consumo, y tecnología.
Sea como sea, lo que está claro es que la tendencia general que predomina entre los analistas es que, tal y como señalaba este jueves Tomás Pintó, director de renta variable internacional de Bestinver durante su intervención en la conferencia anual de la gestora de Acciona, "la rentabilidad lograda hasta ahora es solo un aperitivo" y que en el segundo semestre del año, las empresas lograrán mantener una velocidad de crucero dado que aún les queda mucho potencial.
La estrategia pasa por reequilibrar la cartera ya que "en los últimos meses hemos encontrado valor en compañías menos expuestas al ciclo económico pero centradas en actividades con mucha visibilidad, como el sector de la alimentación y bebidas o el de cuidado de la salud y, en alguna creemos que podemos duplicar el capital, al ser negocios de perfil defensivo, como Heineken o Bayer", explicaba este jueves el experto.
Las 'telecos' lideran las mejoras
El sector de las telecos es uno de los que ha visto cómo los analistas elevaban más sus estimaciones de ganancias para este año. Y no precisamente por el buen hacer de sus grandes protagonistas, sino por firmas como Telenor o la filial de Telefónica en Alemania, que son las empresas en las que más han mejorado las previsiones. En las grandes capitalizadas del sector, las variaciones respecto a las proyecciones de comienzo de año apenas varían un 1% frente a las lanzadas a comienzo de año.
El siguiente sector en el que el consenso de mercado recogido desde FactSet ha actualizado más sus previsiones es en el bancario. El beneficio de las firmas de este sector será finalmente un 17% superior al estimado inicialmente, gracias a que una amplia mayoría (43 de sus 53 componentes) registrarán a final de año un beneficio mayor de lo esperado. Esta mejora viene enmarcada en el proceso de actualización que las firmas de análisis están realizando a las entidades financieras desde que el pasado 21 de julio de 2022 el Banco Central Europeo (BCE) decidiera elevar el precio del dinero por primera vez en los últimos 11 años. Desde entonces, el marco coyuntural de los mercados ha cambiado radicalmente.
Las consecuencias de las medidas que han acometido Christine Lagarde y sus chicos se han dejado sentir en muchos parámetros, tanto macroeconómicos, como empresariales. Las previsiones de los analistas apuntan, de hecho, a que el beneficio para este ejercicio de las cotizadas del sector en el Stoxx 600 será un 30% superior al estimado antes de que empezara a elevarse el precio del dinero.
Para 2024 las empresas del sector financiero también copan las mejoras de beneficio de los analistas para este ejercicio. Y ya no solo las firmas puramente bancarias, sino también las ligadas de alguna manera al sector asegurador. Swiss Life Holding, Helvetia o Munich Re tendrán en 2024 unas ganancias netas cerca de un 10% superiores a las estimadas en enero.
Por último, completando el podio de sectores que más mejoran en el año sus previsiones, se encuentra el de los productores manufactureros que engloba firmas como Prysmian, ASM International, Valeo o Schneider Electric.
La italiana Prysmian y la holandesa Aalberts, dedicada a la maquinaria industrial, se cuelan entre las grandes firmas que lideran la dinámica revisionista alcista en las previsiones de beneficio desde que dio comienzo el presente ejercicio .
Pendientes de las inmobiliarias suecas
Entre los sectores más afectados de cara a 2023 y 2024 en Europa se encuentran las empresas dedicadas al sector inmobiliario, que empezaron a sufrir algunas grietas en el mes de mayo. Sobre todo, después de que el BCE avisara en su boletín macroprudencial del peligro que suponen los fondos de inversión inmobiliarios por el tamaño que habían alcanzado, aproximadamente de un billón de euros, después de triplicarse durante la última década.
Cabe recordar que las compañías de esta industria funcionan con altos niveles de deuda, y el incremento de los costes de financiación por la subida de tipos de interés está haciendo mella en su perfil de crédito. Algo de lo que las empresas suecas fueron las primeras en avisar con fuertes descensos en bolsa en los primeros compases del mes de mayo.
Samhallsbyggnadsbolaget I Norden –conocida como SBB– ha sido una de las más penalizadas en el parqué este año a tenor del recorte de su calificación crediticia por parte de Standard & Poor's. Algo que también ha afectado a las previsiones de los analistas cuyas estimaciones de beneficio del mes de enero han tornado ahora en una estimación de pérdidas.
Y no es la única. Sus compatriotas Fastighets, Fabege y Castellum también siguen sus pasos, tanto en la bolsa como en lo que a su beneficio se refiere, siendo objeto de continúas revisiones a la baja de sus ganancias.
Las empresas de transporte se cuelan al mismo tiempo como uno de los sectores más perjudicados en ese sentido. Las previsiones son ahora menos halagüeñas que a comienzo de año y eso que entre sus filas las aerolíneas representan la parte más positiva de la tendencia.
En ese sentido, desde el Club de Exportadores e Inversores Españoles apuntan a la política de Covid-Cero practicada por las autoridades chinas en el primer semestre de 2022, que "supusieron importantes restricciones en las operaciones portuarias de ese país, con profundas consecuencias para el comercio mundial".