Todos los ojos están puestos en las medidas que puedan aplicar los bancos centrales, en especial la Reserva Federal de Estados Unidos, para contener el aumento de los precios. Y en este entorno en el que la inflación es una de las máximas preocupaciones en los mercados –con permiso del coronavirus– el precio del crudo encadena varias jornadas de récord.
Así, el barril de Brent ha superado los 87 dólares por unidad durante la mayor parte de la sesión europea de este martes con lo que alcanza máximos no vistos desde 2014. En parte, la mejora de las expectativas del consumo mundial han contribuido al aumento del precio del carburante.
Sin embargo, la situación geopolítica también ha calentado los precios. Con el barril de Brent que ha subido un 12% en lo que va de 2022, los partidarios de las alzas se han impuesto entre las compañías petroleras, con alguna excepción, que sigue siendo uno de los sectores que más ha subido en enero, como demuestra al ser el grupo que lidera el Stoxx 600.
Tras avanzar de media un 12,6% en 2022, teniendo en cuenta las compañías del sector más grandes que cotizan en bolsa, las petroleras aún tienen un potencial alcista del 11%. No obstante, la brecha entre el valor de sus acciones en bolsa y el precio objetivo que estima el consenso de mercado se ha reducido desde que ha comenzado el año gracias a los avances en la cotización de estas empresas. Si se compara el potencial previsto en las últimas sesiones de 2021 con el estimado en la jornada de ayer, la media ha caído en más de siete puntos porcentuales.
El potencial ruso
Dado que no se han producido grandes revisiones en el precio objetivo de la mayoría de las petroleras, las que tienen mayor recorrido para los expertos son aquellas que más han recortado su precio en lo que va de 2022. Es el caso de las compañías rusas Novatek y Rosneft, con un potencial del 32% y 44%, respectivamente.

En el caso de Novatek, enero ha supuesto registrar un recorte en los mercados del 11% a pesar de dedicarse también al gas y de ser una de las grandes distribuidoras de Europa –uno de los puntos que más ingresos reporta a la compañía según apuntan desde JP Morgan– en plena temporada de invierno. En este contexto, la compañía ha reportado este martes 16.410 millones de barriles, entre los que incluye también el gas natural, un 0,3% más que en 2020.
La única compañía que no registra cambios es la noruega Equinor, que ya estaba en diciembre sin potencial y se mantiene así a fecha de este martes al alcanzar su acción en los mercados 25,8 euros frente a los 23,7 de precio objetivo que otorga el conjunto de los analistas recogido por FactSet. Donde sí que se ha producido un cambio es en su recomendación al pasar de una valoración mayoritaria de mantener a un consejo de cerrar posiciones.
Repsol ofrece un potencial del 6,6% hasta su precio objetivo en los 13 euros, según FactSet. Para el analista especializado en materias primas de Bloomberg, Salih Yilmaz, para la compañía española "podría haber pasado lo peor" a medida que se acercan los niveles de consumo previos al coronavirus aunque el experto añadió que Repsol "tiene unos costes de base más altos que sus comparables y unas perspectivas de crecimiento relativo que decepcionan al mercado".
Tensiones en el mercado
Por un lado, la relación entre Rusia y Ucrania ha empeorado, lo que impulsó el rebote en el precio del crudo, según la firma de análisis de Bankinter, tras la orden por parte de Vladimir Putin de reducir el personal de su embajada en Kiev. Por otra parte, el ataque con drones que ha recibido una de las petroleras afincadas en los Emiratos Árabes Unidos, según recoge Bloomberg, contribuyó a encarecer el combustible al desestabilizar una zona estratégica para el suministro de petróleo mundial.