
La perspectiva de la demanda de crudo mundial se desplomó con la llegada de la variante ómicron en noviembre del año pasado, lo que dejó el precio del petróleo por debajo de los 69 dólares en el caso del barril de Brent. Ahora, el referente del crudo europeo no solo ha recuperado los niveles previos a la irrupción de ómicron, también gracias al 11% que ha subido en lo que va de enero, sino que tocó -e incluso superó en algún momento de ayer- los 86,2 dólares por barril, niveles no vistos desde finales de octubre, cuando marcó máximos de 2021.
"La demanda de petróleo puede mostrar su resiliencia este año, después de aumentar en un promedio de casi 4 millones de barriles por día en 2021 frente a 2020. Aunque la perspectiva a corto plazo está mejorando a medida que las economías se recuperan, seguimos viendo la demanda a largo plazo puesta a prueba por los cambios estructurales y las reformas que se implementen a raíz del Covid", comentó el analista de Bloomberg especializado en el mercado de materias primas, Salih Yilmaz.
En este contexto en el que el precio del crudo seguirá condicionado a una recuperación del consumo, las compañías petroleras se encuentran entre las empresas más alcistas en lo que va de 2022. Dentro del índice Stoxx 600, el sector es el segundo que más avanza en estos primeros pasos del año, dado que acumula un 9,6% desde enero frente a la media del selectivo, que arrojó hasta ayer un recorte de más de medio punto porcentual.
Por valores, la británica BP es la petrolera que más ha subido, al anotarse un 19,1% frente a Galp o a Shell (Royal Dutch Shell) que suman un 15,3% y un 14,2% respectivamente. Repsol ha sido, hasta la fecha, una de las petroleras que más ha acompasado su evolución al precio del petróleo de manera que, mientras el Brent está recuperando sus máximos de 2021, la compañía española hace lo propio en los 11,15 euros por acción.