
Wall Street ha tratado de lavarse la cara en la última semana de agosto, pero no ha conseguido borrar unas pérdidas de más del 2% en el mes de agosto. La canícula ha llevado a los principales indicadores bursátiles a padecer su segundo mes más bajista del año, tras la corrección de mayo. El Dow Jones repunta este viernes un 0,16%, hasta alcanzar los 26.403,28 puntos; el S&P 500 registra un ligero ascenso del 0,06%, hasta situarse en las 2.926,46 unidades, y el Nasdaq 100 cae un 0,15%, hasta deslizarse al nivel de los 7.691 puntos.
En el conjunto de la semana, el Dow Jones ha subido casi un 3%, su mejor semana desde la que finalizó el 7 de junio; pero ha retrocedido en el mes alrededor de un 2%: es su segundo peor mes después del 6,7% que se dejó en mayo. En lo que va de año, no obstante, acumula una rentabilidad próxima al 13%.
Por otro lado, el S&P 500 se anota una subida del 2,5% en los últimos siete días, y es también su mejor semana desde la del 7 de junio. En el mes de agosto, el índice retrocede otro 2%, también su segundo mes más bajista de 2019, y gana algo más de un 16% en el presente ejercicio.
La subida semanal del Nasdaq 100 era del 2,8% hacia el final de la sesión del viernes, y es la semana con mejor comportamiento desde la que acabó el 21 de junio. Sin embargo, la caída en el mes de agosto supera ligeramente el 2% y es también su segundo peor mes desde mayo.
"Wall Street sigue debatiéndose entre profundizar en sus caídas, algo que se abriría si pierde los mínimos de las últimas semanas, o proseguir con un rebote que seguimos viendo que es una simple pausa previa a una nueva pata dentro de la corrección bajista", explican los analistas técnicos de Ecotrader.
Por ello, no se fían "en demasía" del actual rebote. No creen que la bolsa neoyorquina ofrezca una ecuación rentabilidad riesgo atractiva en estos momentos.
En su opinión, lo sería en "el entorno de mínimos de junio", es decir, con el índice S&P 500 en los 2.725 puntos. "Hasta ahí no somos partidarios de volver a comprar bolsa estadounidense", afirman estos expertos.
¿Qué cambiaría estas perspectivas? Que los índices norteamericanos superasen sus resistencias, como son los 2.950 puntos en el S&P 500 y los 26.500 puntos del Dow Jones, calculan desde Ecotrader.
Hasta esos 2.950 puntos, al S&P 500 todavía le separa un 0,8% de distancia, mientras que se queda a un 5,2% de los mínimos de junio que registró en la zona de los 2.775 enteros. Por su parte, el Dow Jones está a una distancia del 0,36% de la resistencia que presenta en los 26.500 puntos. Aun así, conviene esperar a que los índices vuelvan a la casilla de salida de junio para aprovechar la recuperación y comprar valores de nuevo.
El petróleo termina su segundo peor mes del año
Los futuros del petróleo Brent se acercan a los 60,4 dólares por barril hacia el cierre de la sesión en Wall Street, tras retroceder un 1% con respecto al jueves. No obstante, en el conjunto de la semana, el crudo de referencia en Europa avanza en torno a un 1,8%, en la que es su tercera semana consecutiva al alza.
El retroceso del viernes se extiende a todo el mes de agosto, que ya es el segundo mes de 2019 más negativo para el petróleo. Ha perdido alrededor de un 7% de su valor en comparación con el mes de julio.
En la misma línea se han comportado los futuros del West Texas. Sin embargo, estos se han hundido un 3,2% este viernes, hasta caer a la zona de los 54,9 dólares por barril. En la semana, en cambio, suben un 1,35% con respecto al cierre del viernes pasado, y su valor se desploma un 6% en agosto, también su segundo peor mes del presente ejercicio, tras el batacazo del 16,3% que se pegó en mayo.
"El petróleo ha experimentado su mayor subida semanal desde mediados de julio después de una caída considerable en las reservas de petróleo estadounidnese y una pausa aparente en las hostilidades comerciales entre Estados Unidos y China", informan desde Bloomberg.
¿Qué han hecho el oro y las divisas?
El metal precioso, por su parte, registró esta semana nuevos máximos en la cota de los 1.541 dólares por onza, un nivel que no se veía desde 2013. Sin embargo, ha acabado la jornada del viernes en la zona de los 1.526 dólares por onza, con un tímido retroceso del 0,25%, en el que es su tercer día seguido de caídas, pero consigue terminar la semana plano y en positivo: es su quinta semana consecutiva al alza. De este modo, agosto termina para el oro con una subida del 7%, y el mes se convierte en el segundo más alcista del año tras el 8,3% que se apreció en junio.
En cambio, el euro sigue deslizándose montaña abajo. La divisa europea termina la sesión cerca del cambio de 1,098 dólares, tras caer en torno a un 0,6% con respecto al jueves y cerca de un 1,5% con respecto a la semana pasada. Es su peor semana desde el 18 de mayo y cierra agosto con una depreciación del 0,82% frente al billete estadounidense. El único mes que ha terminado el euro en positivo fue junio, con una subida del 1,8%.
Por otro lado, la libra ha terminado el primer agosto de Boris Johnson al frente del reino con una subida del 0,8% con respecto al mes de julio. La sterling alcanza este viernes la zona de cambio de 1,107 euros, tras repuntar un 0,44% en la sesión y en la semana, que ya es la tercera consecutiva al alza.
"La libra esterlina es, obviamente, el primer instrumento que recibe el impacto de la decisión de suspender el parlamento británico, pero ya ha sido golpeada con bastante fuerza este año", apunta Eoin Walsh, gestor TwentyFour AM.
"La divisa ha caído más de un 8% frente al dólar estadounidense desde sus máximos de este año, y más de un 6% frente al euro. También es una forma muy líquida, simple y barata de posicionar una operación contra el Reino Unido si cree que es probable que el resultado final de esta situación sea un Brexit sin acuerdo", prosigue el experto.
"Es casi seguro que la libra esterlina se verá afectada de nuevo si hay un Brexit duro, pero también podríamos ver un fuerte retroceso si se llega a un acuerdo. Dado que es probable que el BCE vuelva a recortar los tipos de interés, el euro tampoco se encuentra en terreno firme", concluye Walsh.
Un agosto nada tranquilo...
El mes pasado dejaba muchas incógnitas en el aire, y agosto no ha dado tregua a ninguna de ellas. La guerra comercial ha sido la principal protagonista (otra vez). Pese a que Estados Unidos y China despidieron julio con un aparente 'buen tono' tras las negociaciones cara a cara de Shanghai, la tensión entre las dos mayores potencias del mundo se ha elevado a niveles máximos este mes.
Hace una semana, ambos países anunciaron nuevas tandas de aranceles con tan solo horas de diferencia. Primero fue el gigante asiático, cumpliendo la amenaza que lanzó la semana anterior, y después llegó la contraréplica estadounidense a través del Twitter de su presidente, Donald Trump.
Otra palabra que ha marcado este agosto es recesión. A mediados de mes saltaban todas las alarmas en el mercado ante la evidente desaceleración de la economía mundial. Ayer se conocía que EEUU creció un 2% en el segundo trimestre (en el primero lo hizo en más de un 3%).
Por ello, la renta fija sigue dando señales de alerta. La curva de tipos en EEUU sigue invertida (un día más): el bono norteamericano a diez años (Treasury) eleva su interés al 1,52% mientras el bono a dos años lo sitúa en el 1,54%. Esto es, el país se financia más barato a largo que a corto plazo, lo que provoca un movimiento gráfico que pronostica con cierta precisión la llegada de una nueva recesión.
...que da paso a un septiembre intenso
De esta manera, los inversores ya piensan septiembre. Un mes que vaticina ser especialmente intenso, con dos factores clave: la negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y las decisiones de tipos de los bancos centrales.
Está previsto que delegaciones chinas y estadounidenses se reúnan este mes en Washington para retomar las negociaciones cara a cara, aunque un posible acuerdo entre ambas partes (si llega a producirse) ya no se espera hasta el año que viene.
Asimismo, la Fed y la BCE cobrarán un mayor protagonismo (si es posible): los mercados esperan con ganas que ambos bancos centrales recorten el precio del dinero en EEUU y la Eurozona. Pero habrá que esperar hasta mediados de mes para saber qué sucede finalmente.
Los dos organismos tienen como objetivo que la inflación en ambas potencias se sitúe en el 2%. Sin embargo, este viernes se ha conocido que en la zona del euro se encuentra en el 1% y en Estados Unidos, en el 1,4%.
"Es posible que haya más turbulencias al empezar una temporada del año que suele ser difícil", advierte Greg Meier, Senior US Economic Director de Allianz Global Investors.
"Si bien la renta variable mundial ha sufrido pérdidas últimamente, aún quedan inversores que compran en las caídas. Los diferenciales de la deuda corporativa se han ampliado, pero no en la magnitud observada el pasado mes de diciembre", señala, y resalta que "el índice de volatilidad VIX está oscilando entre 15 (una señal reciente de venta de renta variable) y 25 (una señal reciente de compra)".
No obstante, insiste en que, para la próxima semana, "los datos [macroeconómicos] de Estados Unidos deberían de seguir mostrando una divergencia entre la solidez de los sectores más orientados a la economía interna y los centrados en la externa, más débiles".