Finanzas Personales
La criptomoneda de Trump era sólo el principio: ahora llega el ETF del nuevo presidente


Autor: Redacción de Servicios de comparación financiera
Actualizado: 1 de mayo de 2025, 18:25El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un hombre de negocios que conoce a la perfección el poder de tener una potente marca personal y ha sabido rentabilizar su propia figura. Tiene una torre con su nombre en el centro de Nueva York, participó en su propio reality y ha acuñado su moneda digital.
La criptomoneda de Trump, una memecoin llamada $TRUMP, se lanzó en enero, el fin de semana antes de la ceremonia de su investidura como dirigente de su país. Pero él no es el único dentro de la Casa Blanca con una moneda homónima. El mandatario quiso extender el negocio a su mujer, la primera dama Melania Trump, que cuenta con la moneda meme $MELANIA. La criptomoneda de Trump ha generado 350 millones de euros en beneficios apenas dos meses después de su lanzamiento.
Las oportunidades de negocio en torno a Trump no se quedan solo en su personas, sino que otros también han querido aprovecharlas. Y es que el emisor Defiance ETF está a la espera de registrar en la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) el fondo de inversión cotizado Defiance MAGA Seven ETF. MAGA son las siglas de Make America Great Again, el eslogan de campaña del actual presidente de Estados Unidos que buscaba enardecer los sentimientos patrióticos de sus ciudadanos. Seven hace alusión a las siete empresas en las que invertirá el fondo ya que, según sus perspectivas, serán las más beneficiadas por las políticas de la Administración Trump.
¿Qué es Defiance MAGA Seven ETF?
Antes de profundizar en este producto ligado a la idiosincrasia del mundo Trump, conviene recordar que un ETF (Exchange Traded Fund, traducido al español como fondo cotizado) es un instrumento financiero que mezcla las características de los fondos de inversión con las acciones. La variedad de ETF es inmensa, y abarca desde casi todos los sectores hasta mercados de cualquier país, pasando por materias primas o criptomonedas, y su comportamiento se basa en replicar un índice sin estar invirtiendo directamente en él.
El ETF MAGA invertirá en las siete empresas que el gestor del fondo considera que se beneficiarán más de las políticas que adopte a lo largo de esta legislatura el presidente Trump. Sin embargo, este 2025 no ha arrancado como un buen año para las bolsas estadounidenses, que han reaccionado peor de lo esperado a las medidas comerciales de Trump y, en concreto, a la incertidumbre que generan sus anuncios sobre los aranceles y sus posteriores retiradas. En ese contexto, resulta difícil predecir cuáles serán las compañías beneficiadas por el republicano, del que se esperaban más políticas proempresa a lo largo de esta legislatura.
¿Es buena idea ligar la inversión a la ideología?
Cada inversor es libre de destinar su dinero a los valores que crea oportunos, si bien no hay que perder de vista que el objetivo de invertir, ya sea en ETF, acciones, criptomonedas o materias primas, es aumentar la rentabilidad y ganar dinero. Por eso, no suele ser buena idea obedecer a afinidades políticas o ideológicas, subjetivas al fin y al cabo, en un ámbito en el que, para lograr cumplir con los objetivos marcados, deben primar los análisis objetivos, las cuentas concienzudas y la sangre fría.
Estados Unidos y la llegada de Trump al poder son, precisamente, un buen ejemplo de lo que supone confiar en un político o en una administración concreta para invertir. No hay que olvidar que el mercado funciona muchas veces por expectativas y movido por la sensación de confianza o desconfianza ante determinadas situaciones. Así, antes de las elecciones estadounidenses, muchas empresas que parecían próximas al presidente o que se encuadraban dentro de los sectores que más le interesaban repuntaron antes de noviembre, cuando se celebraron los comicios, pero empezaron a caer después. No hace falta profundizar mucho para encontrar compañías en esta situación. La propia Trump Media & Technology Group, fundada por el presidente, se disparó en bolsa durante la campaña, pero cae más de un 40% en lo que va de año, con un descenso que se agudizó después de la inauguración presidencial.
Esto demuestra que si bien la bolsa está expuesta a los vaivenes políticos, la influencia de los presidentes es limitada, incluso aunque dirijan Estados Unidos. En los mercados mandan más la inflación, las decisiones de los bancos centrales, el crecimiento económico, los resultados de las empresas, las expectativas de los inversores o los cisnes negros que los políticos. En todo caso, los mandatarios pueden ejercer influencia sobre una compañía o sectores determinados, pero, igualmente, la última palabra en las decisiones de compra o venta la tendrán los inversores.
Si se utiliza la política como guía de inversión es probable que se pierdan oportunidades y que se dejen de lado sectores que pueden ser interesantes y rentables en cartera. La nueva Administración Trump se ha mostrado crítica con el concepto woke que, sin embargo, habían abrazado varias compañías tecnológicas. Algunas han tratado de dejar atrás esas políticas y adaptarse a los nuevos tiempos que corren en Estados Unidos, pero, en el parqué, las políticas internas y la cultura empresarial de cada compañía no suelen ser determinantes, al menos no a medio y largo plazo. El sector tecnológico lleva un tiempo siendo el favorito de los analistas y representa más del 30% del valor de mercado del S&P 500, por lo que una persona que quiera construir su cartera basada en planteamientos políticos podría infraponderar estos valores.
Sin embargo, no sólo hay productos de inversión de corte republicano o más conservador ideológicamente hablando. Dentro de la corriente demócrata o más progresista se despertó hace algunos años el interés por las inversiones con criterios ESG (Enviromental, Social y Governance), pensando en el medio ambiente, la sociedad y el gobierno sostenibles. La realidad es que tampoco ha demostrado ser una estrategia más rentable, porque los ETF que seguían esas líneas obtuvieron rendimientos similares a los de las inversiones convencionales.
La conclusión de estas experiencias es que a la hora de invertir en ETF o en cualquier otro producto no es recomendable seguir la política ni una ideología concreta si lo que se busca es rentabilidad. Así, si una persona quiere comprar la criptomoneda de Trump, deberá fijarse más en su cotización y en sus perspectivas que en el nombre del presidente que acompaña a la memecoin. Lo mismo ocurre si alguien se plantea invertir en el ETF MAGA una vez que se registre. Tendrá que mirar las siete empresas que lo compongan y su evolución antes de lanzarse a ese producto. En cualquier caso, son decisiones personales y el inversor siempre es libre para poner a trabajar su dinero en los activos que considere más interesantes.
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