Empresas y finanzas

Repsol pierde 2.578 millones hasta septiembre, pero bate las expectativas del mercado

  • Excluyendo elementos extraordinarios, el beneficio neto alcanza los 196 millones
  • Revisa al alza el Plan de Resiliencia, que ya le ha proporcionado 750 millones
  • No descarta sacar a Bolsa el negocio de las renovables
Imagen de la sede de Repsol en Madrid. Foto: Archivo.

Repsol obtuvo unas pérdidas de 2.578 millones de euros hasta septiembre, frente a los 1.466 millones conseguidos en el mismo período del año anterior. No obstante, la empresa supera las expectativas de los analistas en el tercer trimestre: el consenso de Bloomberg auguraba unas pérdidas de 31 millones y la compañía gana siete millones; en términos ajustados ingresa 196 millones en los primeros nueve meses.

Así se recoge en la documentación que la empresa presidida por Antonio Brufau ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de la apertura del mercado bursátil.

Los resultados acumulados de Repsol en los primeros nueve meses están condicionados por la caída del precio del petróleo y la Covid-19, que obligaron a la compañía a anotarse un deterioro de 1.585 millones en los activos de exploración y producción -upstream en inglés- en el segundo trimestre. La firma también revisó el valor de sus inventarios de hidrocarburos, reduciéndolo en 1.088 millones, cifra que se ha reducido levemente hasta los 1.048 millones.

En este tercer trimestre la empresa ha mejorado las expectativas de los analistas y en línea con otras compañías, como BP, ha mejorado sensiblemente su situación. En términos ajustados, sin efectos extraordinarios, entre abril y junio perdió 258 millones, mientras que entre julio y septiembre ha ingresado 265 millones más, obteniendo números negros por siete millones; en consecuencia, el beneficio ajustado del año asciende a 196 millones.

Ahorros y ajustes mayores de lo previsto

Parte de esta mejora responde al buen avance de la implementación del Plan de Resiliencia para superar la difícil coyuntura, que ha revisado ligeramente: en marzo anunció una reducción de gastos de 350 millones, un recorte de inversiones de 1.000 millones y optimizar el capital circulante en 800 millones, mientras que ahora confía en recortar los gastos en 500 millones, reducir las inversiones en 1.200 millones y optimizar el circulante en 700 millones. Hasta la fecha ha reducido 350 millones en gastos y ha optimizado el circulante 400 millones.

Preguntado por los analistas sobre el efecto del Plan en los próximos ejercicios, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, ha aclarado que en capítulo de inversiones evitadas, unos 500 millones se han retrasado y se materializarán en los próximos años, mientras que otros 200 millones tendrán carácter permanente.

El Plan preveía también contener la deuda neta para mantener el nivel de solvencia financiera y la empresa dirigida por Imaz la ha reducido en 882 millones con relación a diciembre, dejándola en 3.338 millones. Las cinco emisiones de bonos acometidas durante el ejercicio le han proporcionado una liquidez de 9.099 millones, ligeramente por debajo de los 9.762 millones de junio, pero ahora cubre 3,43 veces los vencimientos a corto plazo, frente a 2,43 veces hace tres meses.

Durante la presentación de resultados hasta junio los analistas felicitaron a Imaz por haber conseguido un flujo de caja positivo a pesar de la árida coyuntura, se ha incrementado hasta alcanzar los 2.122 millones, frente a los 864 millones con los que cerró en junio.

En este sentido, Imaz ha señalado que "nuestra fuerte generación de caja durante el período muestra la eficacia de nuestro Plan de Resiliencia. Hemos sido capaces de obtener un flujo de caja operativo positivo en todos los negocios, totalizando 2.122 millones de euros en los primeros nueve meses del año, acreditando nuestra solidez incluso en un escenario tremendamente complejo, con precios de las materias primas deprimidos y una demanda inusualmente baja".

Imaz: "Hemos sido capaces de obtener un flujo de caja operativo positivo en todos los negocios, totalizando 2.122 millones de euros en los primeros nueve meses del año, acreditando nuestra solidez incluso en un escenario tremendamente complejo"

La facturación de la compañía fue de 25.993 millones hasta septiembre, un 33% menos, con un resultado bruto operativo (ebitda) de 1.471 millones, un 72% más bajo. Por áreas de negocio, upstream obtuvo 1.447 millones, frente a 3.197 millones; Industrial, afectada por un margen de refino negativo, resta 524 millones, frente a los 1.434 sumados un año antes; Comercial y renovables logra 676 millones, frente a 804 millones un año antes.

En línea con el Plan de Resiliencia, las inversiones registran un importante descenso, del 50%, quedándose en 1.539 millones. La mayor reducción se produjo en upstream, mientras que aumentó en Comercial y Renovables, desde los 253 a los 400 millones, básicamente por el auge de los proyectos verdes de la compañía, que mantiene el objetivo de ser neutra en emisiones de carbono en 2050

Desarrollo de renovables

Una parte muy relevante de la multiconferencia con los analistas ha tenido que ver con la descarbonización y el desarrollo de la compañía en energías renovables. Imaz ha señalado que "no descarta" sacar a Bolsa el negocio de las energías limpias: "estamos trabajando en la mejor estructura financiera que podría permitir aumentar el rendimiento del capital, y esto podría incluir una potencial oferta pública de acciones".

El consejero delegado ha hecho la reflexión tras ser preguntado por la expansión internacional, a partir de la joint venture con Ibereólica para desarrollar una cartera de 2.600 MW en Chile hasta 2030, que ha considerado "una pista de lo que pretende hacer durante los próximos años". En su mente está mantener una rentabilidad de doble dígito y conservar la operación de las instalaciones, pero que el coste de capital del negocio verde no afecte a la matriz. En el caso de Ibereólica lo está consiguiendo con la firma de contratos do ya mediante la firma de contratos de compraventa de energía a largo plazo.

En el ámbito de los biocombustibles, Imaz anunció que la planta de biodiésel a partir de residuos que proyecta en Cartagena, ligada a una inversión de 188 millones, obtendrá un retorno de la inversión del 26% al 29%. El proyecto ampliará la capacidad de producción de biocombustibles de Repsol en 250.000 toneladas anuales. Eso, junto con las inversiones prevista en el resto de las refinerías del Grupo, le deberían permitir alcanzar una producción de 800.000 toneladas en 2025, "y quizá alcancemos una producción próxima a los 1,2 o 1,4 millones de toneladas anuales en 2030". 

Imaz igualmente apuntó que la compañía construirá la central de bombeo de Aguayo, en Cantabria, "lo que aumentarás nuestra capacidad de bombeo hasta los 1.360 MW", con la intención de producir energía sin interrupciones, combinando su funcionamiento según lo necesite. Hasta ahora, la firma no había confirmado el proyecto, que exige 620 millones de euros de inversión.

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