Repsol invertirá inicialmente 192 millones de dólares -unos 165 millones de euros al tipo de cambio actual- en arrancar el desarrollo de 2,6 GW renovables en Chile, de la mano de Ibereólica. La empresa lo considera el inicio una expansión internacional a gran escala en la energía limpia.
El Consejo de Administración de la petrolera dirigida por Josu Jon Imaz, reunido ayer, aprobó la creación de una sociedad conjunta a partes iguales -joint venture en inglés- con el Grupo Iberólica para desarrollar instalaciones eólicas y solares en Chile, uno de los países más activos de Latinoamérica en energía verde.
Así lo recoge el Informe de auditoría de Repsol del primer semestre del ejercicio, remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) esta mañana, con motivo de la presentación de resultados, en los que la compañía se ha anotado unas pérdidas de 2.484 millones por la caída del precio de los hidrocarburos y la pandemia.
Repsol piensa invertir inicialmente unos 165 millones, aprovechando la experiencia de Ibereólica en el Cono Sur, donde tiene presencia en Chile, Perú y Brasil desde 2011; en todo el mundo tiene 402 MW en operación, 415 MW en construcción en Chile y 8.400 MW en desarrollo en Chile, España, Perú y Brasil.
En la cartera pública de proyectos chilenos del Ibereólica, de casi 2.300 MW, figuran tres plantas fotovoltaicas en Antofagasta, dos de 500 MW y otra de 225 MW, y cinco parques eólicos, uno de 282 MW -también en Antofagasta- y otros cuatro en Atacama, con 775 MW en conjunto, de los que alguno ya está en operación.
Cartera diversificada de eólica y solar
Un comunicado de prensa de la petrolera concreta que la joint venture tendrá un portafolio diversificado (52% eólico y 48% fotovoltaico), con 78 MW en operación, 110 MW en construcción y 1.500 MW en desarrollo avanzado, que estarán listos en 2025 y otros 1.000 MW hasta 2030, en las mismas regiones que los activos de Ibereólica.
Repsol ya participa en un proyecto de renovables fuera de España, en el parque eólico marino flotante de Windfloat Atlantic, una instalación de carácter experimental de 25 MW que desarrolla con EDPR y Engie, promovida por la sociedad Principle Power.
Sin embargo, la compañía considera que el salto a Chile es el inicio de su expansión internacional en el ámbito de la energía verde, que promueve como parte de su estrategia para convertirse en una compañía neutra en carbono en 2050. Ya gestiona activos de bajas emisiones con una capacidad de 2.952 MW y tiene planes en la Península Ibérica para añadir otros 2.045 MW.
La petrolera acometerá la operación con una ampliación de capital de 168 millones, a suscribir dentro de un año, con desembolsos hasta 2023. El acuerdo contempla la opción de que tome el control de la joint venture a partir de 2025.
Repsol salió de Chile hace ocho años, al vender su subsidiaria Repsol Butano a un consorcio de empresas chilenas liderado por LarrainVial por unos 440 millones.