Divisas

Las pretensiones de EEUU de una mayor regulación abren un horizonte de más 'bandazos' en las criptomonedas

  • La Administración Biden quiere un mayor control respecto a la era Trump
  • Los pasos de China y los avisos de Japón y la UE ya han 'herido' al bitcoin
Imagen: Dreamstime

La canción ya empieza a repetirse demasiado, pero parece que el estribillo va a hacerse realidad. Los bancos centrales y las autoridades financieras de los países llevan bastante tiempo avisando de una mayor regulación en torno al universo de las criptomonedas. Se trata de advertencias repetidas en el tiempo que, en ocasiones, provocan 'bandazos' en las siempre volátiles criptodivisas. Sin embargo, apuntando a EEUU, parece que la cosa puede ir en serio.

Con el cambio a la Administración Biden, las autoridades financieras estadounidenses se preparan para asumir un rol más activo en la regulación de un mercado de criptodivisas que supera el billón y medio de dólares. Preocupa cada vez más que una falta de una supervisión adecuada ponga en riesgo a ahorradores e inversores. Las pretensiones estadounidenses de un mayor control se suman a mensajes lanzados desde China, la UE o Japón que ya han 'herido' recientemente al bitcoin, principal criptodivisa.

El primer indicio de esta mayor preocupación es el nombramiento hace unas semanas de Michael Hsu como responsable interino de la Office of the Comptroller of the Currency (OCC), la agencia gubernamental encargada de llevar una función de control en este ámbito. El hecho de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se haya decantado por Hsu, "un servidor público de carrera y un supervisor bancario de base", ya manda un mensaje de ruptura con la Administración Trump, no tan vigilante con las criptomonedas y en ocasiones proclive a las mismas. De hecho, uno de los predecesores de Hsu durante la era Trump fue Brian Brooks, antiguo director jurídico de Coinbase, la mayor plataforma de intercambio de criptodivisas, recientemente salida a Bolsa.

En una reciente entrevista en el Financial Times, Hsu ya ha dicho que espera que los funcionarios estadounidenses trabajen juntos para establecer un "perímetro regulatorio" para las criptodivisas. Una de sus primeras decisiones al frente de la OCC ha sido revisar la decisión de la Administración Trump de otorgar cartas bancarias nacionales a empresas que prestan servicios de custodia de criptodivisas.

Hsu asegura que su objetivo y el de su equipo no es tanto elaborar una política a seguir como "poner algunas ideas a disposición de las agencias para que las consideren" mientras se intentan poner al día con un fenómeno en auge y con muchas aristas. Según explica, el mayor peligro es que las nuevas y mejoradas técnicas den lugar a "un sistema bancario en la sombra grande y menos regulado".

La propia Janet Yellen ya expresó públicamente el pasado febrero sus dudas respecto al bitcoin, destapando sus debilidades y haciendo que esa jornada llegara a caer un 16%. Un mes después era el presidente de la Fed, Jerome Powell, quien salía a la palestra definiendo al token como "un activo especulativo que no está respaldado por nada".

Gary Gensler, el presidente de la SEC, el supervisor bursátil estadounidense, declaró la semana pasada ante un comité de la Cámara de Representantes que existen "lagunas en nuestro sistema actual", señalando la posible necesidad de una legislación que especifique qué regulador debe supervisar las plataformas de intercambio de criptomonedas.

Estos intentos de una mayor regulación podrían tardar en dar sus frutos, ya que los reguladores estadounidenses primero tienen que determinar quién tiene la autoridad legal para supervisar el volátil mercado. Sin embargo, el debate sigue abierto y el cambio de mentalidad oficial en EEUU hará palanca a las organismos que ya han avisado al respecto o dado sus primeros pasos.

Los últimos 'bandazos'

En la 'montaña rusa' del bitcoin y otros de sus pares en el último mes han tenido bastante que ver las voces oficiales. Si la criptomoneda comenzó su acusado retroceso con la decisión de Elon Musk, CEO de Tesla, de dejar de aceptarla como forma de pago, la 'puntilla' se la dio la decisión de China de ampliar sus restricciones a la operativa con criptomonedas.

La postura del Banco Popular de China (el banco central chino) de no aceptar como forma de pago los tokens digitales (activos que funcionan como monedas pero no tienen valor de curso legal) asestó un golpe fatal a las criptodivisas y se tradujo días después en una reducción de las hasta ahora vastas labores de minado de la divisa digital en el país.

A este 'bofetón' de China se sumó en tiempo y forma una nueva advertencia del BCE, que comparó los niveles de negociación del bitcoin con grandes burbujas financieras de la historia como la de los tulipanes en la Holanda del siglo XVII y la de los Mares del Sur en Reino Unido poco después. En Irán, las autoridades decidían prohibir el minado del bitcoin para evitar nuevos apagones.

Cuando la criptomoneda parecía recuperar poco a poco algo de aire, ansiando tocar de nuevo los 40.000 dólares después de haber alcanzado los 64.000 en abril, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, salía este viernes 'en tromba' a cargar contra el token, haciendo que la cotización volviera a bajar ostensiblemente. "La mayor parte de las operaciones son especulativas y la volatilidad es extraordinariamente alta", aseguraba a Bloomberg un Koruda que remataba: "Apenas se utiliza como medio de pago o unidad de cuenta".

Es de prever que el mayor pulso regulatorio por parte de las autoridades, eso sin contar aún el aún naciente impulso a las CBDC (Central Bank Digital Currency o monedas digitales oficiales), provoque mayores bandazos en un mercado de las criptomonedas al que el mundo ya no es ni puede ser ajeno.

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