
Las abruptas y continuadas caídas del bitcoin y otros de sus pares en las últimas semanas han hecho daño a muchos criptoinversores. Sin embargo, también les han abierto una ventana: aprovechar las pérdidas para ahorrarse impuestos en virtud a una 'laguna fiscal' existente en EEUU.
Tanto el bitcoin como el ether han perdido más de la mitad de su valor en las volátiles operaciones del último mes. Un inversor en bitcoin que comprase en el pico histórico de mediados de abril (tocó los 64.000 dólares) y vendiese en lo peor de la semana pasada (cerca de los 30.000 dólares) habría perdido un 54%, por ejemplo. Aunque parezca mentira, esto tiene un lado positivo para el inversor.
¿Dónde está el truco? Las pérdidas en criptomonedas no tienen el mismo tratamiento fiscal en EEUU que las relativas a acciones y participaciones en fondos de inversión. Esto se debe a que la conocida como wash-sale rule (algo así como regla de la venta de lavado) no se aplica a las criptodivisas.
¿Qué significa esta wash-sale rule? Se trata de una norma del Servicio de Impuestos Internos (IRS) estadounidense que impide que un contribuyente obtenga una deducción fiscal por un valor vendido a través de una 'venta de lavado', entendiéndose esta como aquella que se produce cuando una persona vende o negocia un valor con pérdidas y, en un plazo de 30 días antes o después de esta venta, compra una acción o valor "sustancialmente idéntico", o adquiere un contrato u opción para hacerlo.
El hecho de que la norma rija para las acciones pero no para las criptomonedas ofrece a los inversores en tokens dos ventajas: pueden vender sus criptomonedas en pérdidas y luego utilizar esa pérdida para reducir o eliminar el impuesto sobre las ganancias de capital en sus inversiones que den un rendimiento positivo. Luego, pueden recomprar rápidamente la criptomoneda que vendieron para no perderse un posterior rebote.
"Se trata de una laguna jurídica, por así decirlo", explica a CNBC Ivory Johnson, planificadora financiera certificada y fundadora de Delancey Wealth Management. Esta 'laguna' existe debido a que los reguladores no consideran a las criptodivisas como "valores". En cambio, el IRS sí las grava como propiedad, añade Johnson. "Esto te permite manipular completamente la criptomoneda a la baja y utilizarla para crear un beneficio fiscal", denuncia Leon LaBrecque, contable de Sequoia Financial. Los expertos recuerdan que este 'beneficio' no serviría para valores relacionados con las criptomonedas -véase acciones de Coinbase-, solo para ellas.
Esta divergencia de tratamiento fiscal se convierte en decisiva cuando se habla de un activo tan volátil como las criptomonedas, especialmente en las últimas semanas. Tomando por caso a un inversor que comprase bitcoin en máximos y haya vendido ahora cerca de mínimos incurriendo en una pérdida de 35.000 dólares, esta persona podría este año vender acciones con una ganancia de 35.000 dólares y con las pérdidas de la criptomoneda 'borrar' los impuestos sobre las ganancias de capital pertinentes.
Además, este mismo inversor podría haber vuelto a comprar rápidamente bitcoin cerca del mínimo al que haya vendido y no perder cualquier subida próxima. Las caídas de estos días han venido seguidas de considerables subidas. Si se compara con un inversor al que le hubiera sucedido lo mismo pero con acciones, se perdería hasta 30 días de ganancias potenciales antes de volver a entrar en esos valores.
No todo es tan 'fácil', sin embargo. Las ventas de criptomonedas todavía deben tener "sustancia económica" o los inversores se arriesgan a que el IRS las etiquete como transacciones "falsas", según explica también a CNBC Jeffrey Levine, jefe de planificación de Buckingham Wealth Partners. Básicamente, lo que el IRS quiere es que el inversor asuma algún riesgo económico por la venta, es decir, algún riesgo de pérdida, aclara Levine. Los inversores que vendan el bitcoin en pérdidas y al segundo vuelvan a comprar se arriesgan a que Hacienda anule el beneficio fiscal.
Los asesores citados ven factible que los reguladores endurezcan estas normas en el futuro. No obstante, les parece poco probable que las transacciones que se hayan realizado antes de cualquier modificación sean anuladas.