Director adjunto de elEconomista. Asesor del Fondo Tressis Cartera Eco30. Promotor del Eco10 y Eco30 Stoxx
Carta del VI aniversario del fondo asesorado por 'eleconomista'

La Cartera Eco30 nació con un objetivo muy simple, duplicar cada euro invertido cada década, a razón de un 7% anualizado. Seis años después el fondo asesorado por elEconomista.es, Tressis Cartera Eco30, logra un 7,64% anualizado, lo que deja su rentabilidad inicial en un 55%. En la vida, en el periodismo y en las finanzas, la única verdad son los hechos. Consulte aquí el portal con toda la información actualizada sobre Eco30.

Una de las cosas que aprendemos de pequeños es a negociar con el intercambio de cromos. Con diez años entiendes en el patio del colegio, con los sobres que comprabas a cinco pesetas, que la escasez determina los precios. Una de las lecciones de economía más sencillas de meterte en la cabeza, y que los más avispados llegaban a sublimar aplicando la elasticidad de la demanda, era aprovechar la sensibilidad que generaba el efecto posesión de quienes no tenían un cromo difícil de conseguir y llegaban a cambiar muchos por el más deseado.

Cuando estamos justo a medio partido de la opa de BBVA sobre Sabadell nos encontramos en uno de los momentos más evidentes de que la operación tiende al fracaso. El consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, aseguraba esta misma semana que "ha descarrilado".

Hace justo un año los inversores podíamos aspirar sin riesgo a casi un 4% de rentabilidad. Era tan sencillo como comprar una Letra del Tesoro. Incluso muchas estrategias diseñadas para las carteras automatizadas, para los roboadvisor, la consecución de una rentabilidad entre el 3,5% y el 4% no era pretenciosa en la parte final del curso pasado. Pero la abundancia de pan de entonces comienza a ser frugalidad hoy y, seguramente, hambruna en el futuro para quienes buscan algo de rentabilidad.

El gran debate para los próximos meses será discernir si se puede lograr algo que históricamente es inusual: un aterrizaje suave de los altos tipos de interés y el control de la inflación sin provocar una recesión que desencadene un fuerte aumento del desempleo. La familiaridad con la que hemos normalizado que es algo sencillo de manejar nos hace despreciar la historia. A Paul Volcker, presidente de la Reserva Federal entre 1979 y 1987, le costó casi una década bajar el IPC del 11,8% al 4,3%, nivel este que aún duplicaría los objetivos de la política monetaria actual, pero que para la época era razonable.

Opinión

El cambio del euro frente al dólar se ha ido hasta su nivel más favorable para la divisa comunitaria desde que comenzó 2022, hasta 1,12. La realidad es que si se coge el cruce medio de los tres últimos años el riesgo de pérdida si se compran dólares es casi inexistente mientras que la ganancia máxima, si el dólar se apreciase hasta su techo de un euro por 1,04 billetes verdes del último trienio, superaría el 7%.

Hay guerras que se libran desde el engaño y son en ocasiones las más provechosas. La invasión aliada del sur de Europa fue todavía más efectiva y sorpresiva que la de Normandía porque los servicios de inteligencia británicos hicieron creer a los nazis que el desembarco se produciría en Grecia y no en Sicilia, donde estaba previsto y sospechaban los alemanes. Para lograrlo utilizaron el cadáver de Glyndwr Michael, un vagabundo londinense fallecido por ingerir veneno, al que vistieron de soldado británico, dotándolo de una identidad ficticia: William Martin.

Al igual que el guerrero no es el que siempre vence sino el que siempre lucha, el inversor no es el que siempre gana es el que siempre está en mercado. Inversor es quien en una jornada en la que el mercado arquea la aleta, como un tiburón cuando huele sangre, es capaz de derrotar la tentación de vender. Es más, incluso se plantea comprar más en jornadas acompañadas del adjetivo negro o rojo, como las del pasado dos y cinco de agosto, venciendo esa sustancia perniciosa frente a nuestra convicción que es la dopamina. Esa sustancia que nos hace pensar que por comprar nos vamos a subir a un barco que se hunde o entramos en una casa que se incendia.

En un país en el que casi cuatro de los cinco euros que construyen el patrimonio de las familias son inmuebles ya es evidente que hay un problema de base en la construcción de ahorro. El dilema se agrava cuando pensamos que en muchos casos ahorramos para dejar algo a nuestros hijos sin darnos cuenta de que, después de haber construido un patrimonio, les hemos soltado un problemón por la indivisibilidad de los ladrillos. ¿Cómo se divide un buen piso en Madrid, un garaje céntrico, un apartamento en la playa y una casa perdida en un pueblo de la España abandonada entre tres hermanos? De ser sencillas la solución, de no acabar en algunos casos en problemas legales y enemistades en la mayoría, creo que hay un negocio en la resolución de herencias líquidas a modo de un albacea.

Esta semana se ha producido la constatación de que en renta fija ha llegado la época de cosechar como consecuencia de que en septiembre habrá una buena vendimia de bajada de tipos. La verificación ha sido que la deuda europea y la americana, con el 10 años de EEUU por debajo otra vez del 4% –3,82%–, ofrecen ya rentabilidades positivas por primera vez en el año. Se da por hecho el segundo de los tres recortes de tipos que se esperan para este año del BCE y que la Fed arranque el comienzo de los tres estímulos que también se estiman hasta fin de año.