El campo español atraviesa un momento convulso y lleno de dificultades. La sequía ha hecho mella en gran parte de las producciones agrarias, lo que unido a la proliferación de otros fenómenos meteorológicos extremos, como aguaceros, heladas y pedriscos, ha provocado que la siniestrabilidad se haya elevado en 2023 un 61%, hasta los 1.300 millones de euros en pérdidas, según los datos de Agroseguro.