En 2019, cuando Estados Unidos aprobó el arancel del 25 % al vino bajo la primera presidencia de Donald Trump, dinamitó el sector vitivinícola europeo. Países como Francia o Alemania sufrieron una caída de las ventas al mercado norteamericano de alrededor del 30 %, el triple que en España, donde la pérdida se limitó al entorno del 10%, según los datos hechos públicos entonces por el Observatorio del Mercado del Vino.