26/01/2024, 20:32
Fri, 26 Jan 2024 20:32:40 +0100
https://s03.s3c.es/imag/_v0/400x53/3/d/7/logo-ee-anv-home-2.png33043
China arrancó en 2020 una larga etapa de debilidad económica de la que no ha logrado salir , pese al fin de las restricciones por el Covid. De hecho, el pasado año, el país creció al 5,2%, muy por debajo de las previsiones de los analistas y a años luz de los incrementos cercanos a los dos dígitos que el gigante asiático presentaba en la pasada década. Para revertir la situación el Gobierno y el Banco Central del país han anunciado diversas medidas, pero ninguna ha servido para impulsar más la economía, ni para evitar que la bolsa china siga cayendo. Con todo, lo más grave es que las perspectivas para los próximos ejercicios son pesimistas ante la incapacidad del Ejecutivo de Xi Jinping para paliar los problemas que amenazan con ahondar la crisis china. Se trata, en concreto, de la profunda recesión del sector inmobiliario, el potente control e intervencionismo por parte del Estado en las empresas, sobre todo las tecnológicas, y una población cada vez más envejecida, que reduce la mano de obra disponible.