
Tras el último incremento del SMI, Yolanda Díaz aspira a sacar adelante doce reformas durante la legislatura. Entre ellas se incluyen la reducción de la jornada laboral sin pérdida de sueldo, el estatuto del Becario, la reforma del despido y elevar los permisos de paternidad y su retribución. Todas estas iniciativas tienen un claro perjudicado: las empresas, que verán como se incrementan sus ya altos costes laborales. La consecuencia de ello será un daño continuado a la productividad y competitividad de las compañías, lo que reducirá su capacidad para invertir y seguir creciendo y, también, para crear empleo. Se trata en definitiva de un conjunto de medidas equivocadas que serán lesivas para el tejido productivo y para el mercado laboral.