La situación de incertidumbre no tiene visos de acabar. Con las principales plazas a ambos lados del Atlántico moviéndose en zona de mínimos del año, la semana pasada los datos macroeconómicos marcaron la conducta de los mercados. El jueves se dio a conocer el dato deIPC estadounidense correspondiente a septiembre, en el 8,1%, una décima superior a la estimaciones y con la inflación subyacente en niveles máximos de hace 40 años. En España, este dato ha logrado descender por debajo del doble dígito, tras tres meses consecutivos superando el 10%, y se coloca en el 8,9% en el mes de septiembre.

Las ganancias en bolsa no cesan y el potencial tampoco. Este sería el titular que podría desprenderse de la actuación de Glencore este año, que está siendo para enmarcar. Y en este cuadro, la compañía suiza, el mayor comerciante de materias primas del mundo, aún tiene mucho que pintar. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.

El dato de inflación en Estados Unidos ha trastocado el ánimo del mercado que ya asimila que la lucha contra el alza de precios de la Reserva Federal conllevará más subidas de tipos de interés en las próximas fechas. Un sentimiento que también se comparte en Europa con la confirmación del IPC de septiembre en Alemania en el 10%: su nivel más alto en 70 años.

El desplome de Solaria en bolsa no cesa. En la sesión del jueves la renovable llegó a desplomarse cerca de un 5%, para finalmente mermar la caída y establecerla en un 1,11%. Esta es la quinta sesión consecutiva en números rojos -pierde sobre un 12% durante este tiempo-. Desde que tocase máximos del año, el pasado 25 de agosto, Solaria ya pierde más de un 41% de su valor en el parqué español.

Los datos macro siempre han sido guía para el mercado, pero este año cada publicación de alguna de las principales referencias se toma como un examen final. Aunque los datos de crecimiento han sido importantes, en los últimos meses ha resultado ser el IPC de EEUU el que más ventas, o compras, ha provocado entre los inversores.

Acerinox se había establecido dentro de la cartera Top 10 por Fundamentales como un activo inamovible. Así lo había demostrado su permanencia en la misma durante 14 meses consecutivos, desde su entrada el 21 de julio del 2021.

Pese a la desaceleración económica que descuenta el mercado, la realidad es que, al contrario de lo que se esperaba, la recesión, la inflación y la coyuntura macroeconómica en general no están haciendo mella en las previsiones de beneficio de las grandes compañías a nivel mundial. De hecho, las 100 empresas con más beneficio del mundo aumentarán sus ganancias netas un 44% este año respecto a las que obtuvieron antes del Covid.

Acciona abrió la semana registrando el peor comportamiento de todo el Ibex, con un retroceso del 2,29% -su mayor caída en una jornada desde finales de septiembre-. Así, ya disminuye sus ganancias en bolsa al 4,05% en este ejercicio.

Las universidades españolas están a la cola en spin-offs -empresas de nueva creación, cuya iniciativa parte del personal universitario- y en titulaciones en otros idiomas a nivel internacional. Así se desprende del análisis de la novena edición del ranking internacional U-Multirank, con datos de 2.201 universidades de 96 países. La Fundación CYD, a través del Ranking CYD, proporciona los datos de las 76 universidades españolas que han participado y compara sus resultados con los obtenidos por el conjunto de centros en la Unión Europea (UE) y en el mundo.

El último informe español de la OCDE, el Panorama de la educación, publicado a comienzos de esta semana, ha revelado datos preocupantes: el bachillerato supone la mayor barrera para la continuación de los estudios y es donde se encuentra la mayor tasa de abandono escolar. Concretamente, casi uno de cada tres jóvenes entre 25 y 34 años, el 27,7% -una cifra más alta que la media de la Unión Europea en este 2022-, no ha estudiado estas enseñanzas postobligatorias y ha reducido notoriamente sus opciones de acceso al empleo. Así, tan solo el 24% de los jóvenes en la misma franja de edad, poseen como mínimo el título de bachillerato u otras enseñanzas equivalentes. Esto dibuja un panorama que muestra que la mitad de los jóvenes españoles actualmente no posee un título de educación superior.