
La situación de incertidumbre no tiene visos de acabar. Con las principales plazas a ambos lados del Atlántico moviéndose en zona de mínimos del año, la semana pasada los datos macroeconómicos marcaron la conducta de los mercados. El jueves se dio a conocer el dato deIPC estadounidense correspondiente a septiembre, en el 8,1%, una décima superior a la estimaciones y con la inflación subyacente en niveles máximos de hace 40 años. En España, este dato ha logrado descender por debajo del doble dígito, tras tres meses consecutivos superando el 10%, y se coloca en el 8,9% en el mes de septiembre.
Con todo, el mercado continúa descontando que los mercados centrales seguirán asestando duros golpes con sus políticas monetarias, a fin de contener la desbocada inflación. Así, se compra ya una subida de 75 puntos tanto para el Banco Central Europeo como para la Reserva Federal Estadounidense para en las próximas reuniones que se celebrarán el 27 de octubre y el 2 de noviembre, respectivamente.
Dada la coyuntura actual, elEconomista.es ha querido conocer la opinión de sus lectores para saber en qué momento estiman que se encuentra el Ibex 35.
La teoría del sentimiento del inversor busca explicar cómo influyen las percepciones y expectativas que tienen los inversores sobre un determinado activo o índice en su evolución temporal. Es decir, se fija en el comportamiento de los mercados desde una aproximación psicológica. En este modelo se identifican las diferentes fases por la que pasan los inversores para explicar en qué momento se encuentra cada selectivo bursátil.
En esta escala, la fase de euforia supone la cumbre del ciclo alcista y el comienzo del declive progresivo hasta tocar fondo en el punto de desaliento, que es el que los expertos identifican como el de máxima oportunidad para invertir dado el abaratamiento de los activos. Entre uno y otro extremo se pueden encontrar (de mayor a menor optimismo) las siguientes fases: ansiedad, negación de la evidencia, miedo, desesperación, pánico, capitulación (el sentimiento de "quizás la bolsa no sea para mí") y finalmente el desaliento, que da paso al optimismo.
Según esta encuesta realizada durante la semana pasada, cerca del 28% de los participantes cree que la bolsa española se encuentra aún en la fase de miedo. Un sentimiento que da muestra de toda la tensión y volatilidad vivida en las últimas semanas por los factores macroeconómicos que no dejan de presionar a los mercados a la baja. Para estos inversores, el Ibex 35 aún no habría tocado su suelo anual y seguiría profundizando en mayores caídas en lo que queda de ejercicio.
Negación de la evidencia sería el segundo estado mayoritario, elegido por un 16% de los votantes, seguido de Desesperación y Desaliento con un 14% y un 11% de los votos, respectivamente. Así, la fase de caída del mercado acumularía más del 80% de los votos y de este dato se desprendería un negativismo generalizado, esperando que la situación del selectivo empeore más.
Dique de contención
Pese a la poca confianza que se desprende de la encuesta, lo cierto es que el Ibex 35 está siendo de los índices europeos que mejor capean el temporal. Frente al resto de las principales plazas del Viejo Continente, el índices español, junto con la bolsa inglesa, son los únicos selectivos que resisten fuera del mercado bajista -aquel en el que se ahonda cuando se superan pérdidas del 20% en el ejercicio-.
"Las caídas de esta semana han llevado de nuevo al Ibex 35 a poner a prueba la zona de soporte clave [los 7.000 puntos] que hace tiempo les vengo sugiriendo vigilar y que hemos llamando como el dique de contención que debe mantenerse en pie de cara para que no se abra un nuevo contexto bajista del orden del 15% adicional", apunta el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero. En esta zona, el experto recomienda la compra agresiva, cerrando posiciones si se pierden los 7.000.