Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

La nueva batalla del Brexit parece calmarse con una tradición navideña: la renuncia británica a sus demandas de que Irlanda del Norte salga de la supervisión de la UE. Tras aceptar que la provincia siga en el Mercado Común a finales de 2019, y firmar un acuerdo comercial que implantaba una frontera interna entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña en la Nochebuena de 2020, este diciembre ha tocado la aceptación de que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) tenga jurisdicción en el territorio británico irlandés como parte del Mercado Común que es, desinflando las amenazas de ruptura del acuerdo comercial con las que amenazaba Londres si la UE no cedía.

Reino Unido ha comenzado un nuevo confinamiento no oficial. El disparo de salida no lo dio el Parlamento, ni el primer ministro, sino el Jefe Médico de Inglaterra, Chris Whitty, en una rueda de prensa en la que recomendó a los ciudadanos reducir al mínimo sus movimientos y encuentros sociales ante el aumento descontrolado de la variante ómicron. El resultado ha sido una avalancha de cancelaciones que ha llevado a las empresas a temer que, sin ayuda económica del Gobierno, la temporada navideña vaya a ser un desastre.

Economía

Las empresas de todo el mundo se están quedando sin trabajadores. Mientras la llamada 'Gran Dimisión' está sacudiendo de arriba a abajo los EEUU, numerosos países de todo el mundo se encuentran ante una falta similar de personal (especialmente cualificado). Los gobiernos de todo el mundo ya se han puesto en marcha y, ante la falta de trabajadores en sus fronteras, toca agilizar la llegada de inmigrantes.

En una de sus campañas para ser alcalde de Londres, Boris Johnson explicó el "truco del gato muerto": si las noticias te son negativas, tira un "gato muerto" encima de la mesa -alguna polémica más manejable- para que la gente deje de hablar del escándalo original y se distraiga con este otro tema en su lugar. El problema del actual primer ministro británico es que es difícil saber si es que ha asaltado un cementerio de mascotas, o si simplemente ha perdido el control del Gobierno, inmerso en una cadena de escándalos que amenazan con hundir su carrera.

Por si la fuerte subida de los precios de la electricidad que ha provocado la quiebra de 30 distribuidoras en Reino Unido no fuera suficiente, el regulador va a añadir un nuevo coste a las facturas de los británicos para compensar los costes provocados por esas quiebras. Desde el próximo mes de abril, cada familia tendrá que pagar unas 10 libras más al mes de media para cubrir el gasto de los distribuidores supervivientes que se han tenido que hacer cargo de los consumidores 'huérfanos' de la noche a la mañana.

La ralentización del rebote post-confinamiento, que está obligando a revisar a la baja las previsiones de crecimiento de un gran número de países, ha llegado también a Venezuela. El país caribeño va camino de marcar su octavo año consecutivo de recesión, un periodo en el que su economía ha borrado el 80% de la riqueza que tenía antes de que Nicolás Maduro se hiciera con el poder. Pero la recesión ha tenido un efecto positivo: la hiperinflación se está frenando, y podría terminar a principios de 2022, justo antes de batir el récord histórico de la crisis más larga de la historia, que sigue teniendo Nicaragua.

Desde hace meses, la espada de Damocles de una guerra comercial sobrevuela las relaciones entre la UE y Reino Unido, que siguen negociando cambios al sistema aduanero impuesto en Irlanda del Norte por el tratado del Brexit, que el primer ministro, Boris Johnson, amenaza con romper. Pero las amenazas parecen haberse ido ya de vacaciones hasta 2022. "No creo que nadie vaya a activar el Artículo 16 antes de Navidad, absolutamente no", dijo el lunes la ministra de Comercio Internacional, Anne-Marie Trevelyan. Un parón provocado por la crisis que vive Johnson estas semanas y las presiones que está recibiendo de fuera.

La crisis energética sigue cobrándose víctimas en el Reino Unido. Bulb, la séptima mayor distribuidora de electricidad y gas del país, y una de las que apostaba por fuentes 100% renovables para el suministro de luz, está al borde de la bancarrota y negocia con el Gobierno para que se haga cargo de un crédito de 50 millones de libras que tiene pendiente de devolver, según ha adelantado la cadena Sky News. Su caída dejaría sin servicio a 1,7 millones de hogares, la mayor sacudida al mercado en lo que va de año.

La salida de la UE, con los datos en la mesa, está siendo un desastre económico sin ambages para el Reino Unido, que el Gobierno cifra en un 4% de caída en el PIB a medio plazo. Pero el texto del acuerdo indicaba desde el principio que un sector concreto de la economía británica podía verse muy beneficiado por él. Y los últimos datos, casi un año después de que el Brexit se haya hecho realidad, confirman las expectativas: las exportaciones de Irlanda del Norte se han disparado. "Es el mejor momento de nuestras vidas", aseguró Stephen Kelly, presidente de la asociación de empresarios industriales Manufacturing NI.

Derrota dulce, pero derrota al fin y al cabo. El Gobierno argentino sufrió este domingo un correctivo en las urnas que reforzó a la oposición y complica su posición de cara a las negociaciones con el FMI para restructurar su deuda. Un mensaje que le llegó bien claro al presidente, Alberto Fernández, que, poco después de conocerse los primeros resultados, anunció que negociará con la oposición el paquete de reformas que presentará a la organización internacional. No le queda más remedio: el peronismo perdió el Senado por primera vez desde el fin de la dictadura militar en 1983, y la oposición ganó terreno en el Congreso.