Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

Es cierto que la histórica subida de los tipos de interés ha frenado y revertido, en muchos casos, la que parecía una imparable tendencia al alza de los precios de la vivienda en Europa. Salvo en economías como España, Portugal o Grecia, los precios de los inmuebles han sentido el encarecimiento del precio del dinero. La subida de tipos del Banco Central Europeo ha moderado la actividad hipotecaria y enfriado (o simplemente retrasado) la demanda de vivienda. Sin embargo, el inmobiliario sigue gozando de una demanda saludable, la oferta ni está ni se la espera, y el BCE ya ha comenzado a bajar los tipos, al tiempo que la economía y el mercado laboral siguen mostrando signos de fortaleza. Mientras que diferentes factores están frenando la inversión en nueva vivienda (construcción), otros tantos estimulan la demanda. Todo hace indicar que el precio de los inmuebles va a subir como si de una burbuja se tratase, pero la diferencia esta vez es que no va a haber tal burbuja porque los fundamentales van a respaldar ese encarecimiento.

Todo era perfecto, demasiado perfecto para ser del todo real. Hace escasas semanas, Corea del Sur anunció el hallazgo de un yacimiento de petróleo bajo el mar que puede albergar hasta 4.000 millones de barriles de petróleo. Este hallazgo es una suerte de 'regalo' o 'perita en dulce' para un país que cuenta con gran tecnología y músculo financiero sobrado para realizar las inversiones necesarias que permitan sacar a la superficie ese petróleo. Además, Corea del Sur consume 2,6 millones de barriles de crudo al día, todos importados. Este hallazgo encajaba como 'anillo al dedo' en la economía de Corea del Sur, pero ya hay analistas y parte de la industria que aseguran que todo esto oculta una realidad muy diferente a lo que se ha vendido en los medios de comunicación. Que el gran yacimiento puede terminar siendo mucho ruido y pocas nueces.

EEUU se ha convertido en una auténtica máquina de generar energía. Una combinación de diferentes y poderosas fuentes ha desembocado en una generación de energía récord, que ha superado con creces la demanda de todo el país. La energía rebosa en EEUU, la mayor potencia del mundo está produciendo mucha más energía de la que necesita gracias al petróleo, el gas, la nuclear, las renovables... En 2023, la producción de energía en Estados Unidos aumentó un 4% hasta casi 103.000 billones de unidades térmicas británicas (quads), un nuevo récord. Mientras tanto, el consumo de energía en EEUU cayó un 1% a 94 quads durante el mismo período. La producción superó al consumo en 9 quads, la mayor diferencia desde que se comenzaron a registrar este tipo de datos y mediciones en 1949, según la Administración de Información Energética de EEUU (EIA).

La economía de Rusia suma y sigue. Contra todo pronóstico, el PIB ruso solo cayó un 2,1% en 2022, el año en el que dio comienzo la invasión a Ucrania y en el que todos los organismos internacionales vaticinaron una recesión de hasta el 10% para Rusia. En 2023, el PIB se recuperó por completo y creció un 3,6%, con un fuerte aumento del PIB per cápita (por la pérdida de población). Este 2024, la economía va camino de expandirse otra 3,3%, con un aumento del PIB per cápita del 5,6%, frente al 0,5% que se espera en la eurozona. Para colmo, hace escasos días el Banco Mundial ha revelado que Rusia se ha convertido en una economía desarrollada según sus estándares, es decir, según los parámetros de esta institución, la economía rusa 'come en la misma mesa' que España, Alemania o EEUU.

Rusia sigue colocando su petróleo por todo el mundo y Occidente apenas ha podido evitarlo. Los países del G-7 con EEUU al mando y la Unión Europea han aprobado sanciones y un tope de precio al crudo ruso con el que torpedear la principal fuente de financiación de Moscú para su esfuerzo bélico en Ucrania, pero al mismo tiempo no convulsionar el mercado mundial del petróleo. Sin embargo, el régimen de Vladímir Putin ha sorteado exitosamente estos obstáculos con una flota fantasma de viejos petroleros sin seguro occidental entre continuos llamamientos de los aliados de Kiev a hacer más al respecto. Nuevos y reveladores datos demuestran que si EEUU y la UE sancionasen y persiguiesen a solo 15 buques de la flota en la sombra de Sovcomflot, la gran naviera estatal rusa, estarían abriendo un profundo agujero en los ingresos petroleros de Moscú.

El precio del petróleo ha vivido una especie de montaña rusa en las últimas semanas. A veces, estos movimientos parecen poco justificados, pero casi siempre existe una explicación (si no existe, los analistas la buscan) para argumentarlos y la contraria. En las últimas semanas, el precio del crudo ha subido con cierta intensidad. La extensión de los recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que en un principio decepcionó al mercado, ha ido imponiéndose junto a la llegada de la mayor demanda del verano (estación de mayor consumo de crudo en el hemisferio norte por las vacaciones). Los futuros de petróleo han ganado un 11% desde los mínimos de junio, un rally que sigue sin convencer a los economistas de Citi. Los expertos del banco americano siguen convencidos de que hay algo que no encaja en este rally del petróleo, unos datos que explican con sólidos argumentos pese a que el precio del crudo busca arrebatarles la razón.

El año 2023 fue un año bastante insulso en términos de crecimiento económico para la Unión Europea. El PIB avanzó un tímido 0,4% en el año, un crecimiento bajo, pero que a primera vista tampoco alarmante, sobre todo si se tiene en cuenta que a finales de 2022 y principios de 2023 se preveía una recesión casi asegurada. Sin embargo, cuando se indaga en los datos y se analizan otros indicadores más depurados o precisos, se puede ver que hay una parte de Europa que está inmersa una suerte de crisis invisible. La Europa rica está sufriendo un descenso notable del PIB per cápita y de la productividad real por hora trabajado, una especie de 'enfermedad' que empieza a ser preocupante.

El turismo se ha convertido en la 'gallina de los huevos de oro' para la economía española. El fuerte resurgir de esta 'industria' (es más un servicio que una industria) tras la pandemia del covid está permitiendo que los países con un tejido productivo más intensivo en el turismo disfruten de un boom económico que nadie había previsto. El covid hirió casi de muerte al turismo, pero contra todo pronóstico, este sector ha resurgido con más fuerza. Buena prueba de ello es la economía de España, que, gracias al aluvión de llegadas de turistas extranjeros, está presentando un crecimiento que triplica al de la zona euro. El sector está aprovechando una demanda rígida (nadie quiere perderse sus vacaciones) para subir precios, ampliar márgenes, lograr mayores beneficios y mejorar la oferta. De este modo, el turismo empieza a generar mayor valor añadido, empleo de creciente calidad y unos ingresos que mantienen el superávit exterior de España. Lo que es mejor, todo hace indicar que el turismo no ha tocado techo en nuestro país, algunas previsiones hablan ya de un sorpasso a Francia (el rey del turismo) en la próxima década pero ¿cómo es posible que una España ya abarrotada de turistas pueda dar este paso? El secreto está en un fenómeno conocido como la desconcentración estacional.

Rusia tiene que reinventarse una vez más. Las nuevas sanciones europeas que entrarán en vigor el próximo año tienen como objetivo limitar el acceso del gas ruso a los puertos y obstaculizar la actual cadena de suministro. Sin tiempo que perder, Rusia se ha puesto a maniobrar rápidamente para levantar una flota fantasma que le dé un resultado parecido al que le ha brindado la constituida para transportar su petróleo esquivando el radar de Occidente. La realidad es que esta flota fantasma para transportar crudo ha funcionado como un reloj suizo hasta hace unas pocas semanas (cuando en Londres se han puesto serios), por lo que Moscú probará suerte, probablemente con una estrategia similar.

Calma tensa en los mercados. Aunque el precio de los bonos soberanos franceses se ha deteriorado en las últimas semanas, los bancos y los inversores aún se encuentran en esa zona de confort que ofrece una renta fija con un interés real casi positivo, relativamente estable en términos de precio y que cuenta con el apoyo del Banco Central Europeo (BCE). Este confort se asemeja al que se siente en un baño de agua tibia en el que esta se va calentando poco a poco. El riesgo de esta situación es que, sin darse uno cuenta (el agua se calienta progresivamente), el líquido alcance elevadas temperaturas hasta que comienza a hervir... y ya no se puede salir. Esta es la descripción de la situación a la que se enfrentan los bancos franceses y la propia Francia, el 'fenómeno de la rana hirviendo'. Pase lo que pase en las elecciones legislativas francesa que este domingo tienen su primera vuelta, Francia y su sistema financiero se enfrentarán a una situación cada vez más preocupante. Y, sin duda, lo que le suceda a la segunda economía más grande del euro afectará a la unión monetaria.